LA INTELIGENCIA Y LA POLÍTICA EN EL PERÚ DE HOY



Doctrinariamente para ejercer el poder en función de los grandes Objetivos Nacionales, es necesario que el gobernante como conductor político cuente con un Servicio de Inteligencia que esté en la capacidad de aportar conocimiento de forma eficiente, con la finalidad de facilitar la toma de decisiones al jefe de Estado en el ámbito de la seguridad y defensa. Ello en los diversos dominios del quehacer nacional, con bajos márgenes de incertidumbre.

La inteligencia es un instrumento fundamental para el ejercicio del poder político, ya que su misión es advertir amenazas inmediatas a los intereses vitales de la seguridad nacional evaluando las tendencias de interés para el gobierno, ayudando al Primer Mandatario a diseñar e implementar la política interior y exterior del país, así como las políticas de seguridad y defensa nacional.

Por tanto, la inteligencia, de acuerdo a su finalidad tiene, gran importancia, ya que posee la capacidad de ayudar a configurar el curso y la dirección de la política nacional; particularmente, durante la gestión de crisis como la que actualmente vive el país.

Bajo esa línea de pensamiento, la inteligencia no se puede separar de la política porque la inteligencia es, en sentido estricto, política y el gobernante necesita disponer de una inteligencia precisa, oportuna, eficaz y de la mayor calidad para la toma de decisiones en base al conocimiento que le debe proporcionar el Servicio de Inteligencia.

De acuerdo a las máximas de la experiencia en el campo de inteligencia, no es posible ejercer poder sin conocimiento. Y como corolario es imposible que el conocimiento no genere poder. Existe una simbiosis entre ambos factores. Se retroalimentan.

Conforme a ello, siendo la inteligencia fuente de conocimiento sobre el ámbito en el que opera el poder y el entorno que lo rodea, es por igual origen, soporte y arma del poder político. Y con la ampliación de la noción de seguridad y del campo de acción del Estado, es también, del poder económico, del cultural y, en definitiva, del social.

En esencia y sustancia todas estas atribuciones y funciones le competen a la Dirección Nacional de Inteligencia – DINI que ejerce la rectoría del Sistema de Inteligencia Nacional – SINA, pues debe producir la Inteligencia Nacional para el presidente de la República y el Consejo de Ministros.

¿ CON QUÉ FINALIDAD ?
Para la formulación y ejecución de acciones y políticas que deben promover el bienestar general y el desarrollo integral de la Nación, y proteger a la población de las amenazas internas y externas contra los diversos factores de perturbación que afectan la Seguridad Nacional y la Defensa Nacional.
Siendo estas las funciones y atribuciones legales de la DINI y de todo el SINA, no obstante ello, vemos inauditamente que, día a día, crece exponencialmente la situación de inseguridad ciudadana cuya amenaza ha superado lamentablemente la capacidad de respuesta del Estado frente a esta segunda ola de violencia (recordemos que la primera provino del terrorismo senderista y del MRTA). Igual sucedió en la década de los 80s con las redes terroristas.

Hoy el peligroso accionar de las redes de la delincuencia y el crimen organizado que forman coaliciones con las del narcotráfico, están amenazando en una dimensión inédita la tranquilidad ciudadana y la plena vigencia del Estado de Derecho; así como la estabilidad y gobernabilidad del país. A ello se agrega el crecimiento y descontrolada conflictividad social y la crisis política que tiene polarizado al Perú de hoy, debido al enfrentamiento entre dos poderes del Estado.

En ese contexto situacional de crisis las preguntas que fluyen clara e ineluctablemente para cualquier analista de inteligencia y de amenazas de contrainteligencias, son las siguientes:
· Primero, ¿qué hace la DINI y el SINA ante dicho escenario de riesgos y amenazas a la Seguridad Nacional?

· Segundo, ¿el Director de Inteligencia Nacional de la DINI coronel FAP ® Carlos Illanes Calderón, quien es el funcionario de mayor jerarquía, es un experto en temas de inteligencia y su reverso la contrainteligencia?

· Tercero, ¿frente a la actual situación de crisis que atraviesa el Perú la DINI está produciendo inteligencia critica que permite al conductor político tomar decisiones responsables y acertadas?
· Cuarto, ¿la DINI durante el actual escenario de crisis está produciendo informes de situación sobre la evolución de los acontecimientos para el jefe de Estado?

Viendo la evolución del escenario de crisis la realidad monda y lironda me hace inferir como posibilidad una respuesta negativa a todas esas interrogantes. Y si fuese todo lo contrario, el conductor político como principal usuario de la inteligencia no les hace caso. Lo cual sería mucho peor de ser así.

En cualquiera de esas dos alternativas la cruda realidad es que estamos en un escenario de polarización política que nubla la razón, en tanto el país sigue inmerso en un pantano de incertidumbre lo cual requiere de un rápido desenlace del conflicto.

Pues la inseguridad ciudadana campea por doquier y urge dinamizar la respuesta del Estado que necesita previamente defina quien es el enemigo y cuál es la forma de operar para combatirlo con todos los recursos del potencial nacional. Ya lo sabemos.

VLADIMIRO MONTESINOS TORRES. 

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