Sentarse sobre las clausulas éticas y sacarle la vuelta a las normas, parecer no preocuparle a la singular autoridad edil
Pareciera que a la alcaldesa del distrito de Mala – Sonia Ramos Ruiz – la campaña de vigilancia que viene emprendiendo la Contraloría General de la República y el fiel cumplimiento a las clausulas éticas – poco o nada parecer interesarle.
Desde los pasillos de la comuna maleña – se viene denunciando que la primera autoridad vecinal del norteño distrito cañetano, desde que ingreso al sillón edil, se vendría sentando sobre el eficiente desempeño de los servidores públicos basado en la observancia de valores, principios y deberes que garantizan el profesionalismo y la eficacia en el ejercicio de la función pública, al designar a sus ahijados de matrimonio en cargos de confianza.
Este es el caso del Jefe de personal Jean Pierre Sarmiento y la gerente de Desarrollo Económico Cinthia de la Cruz Quijano, el primero teniendo como padrino al gerente general de esa comuna José Manuel Villarán.
Si bien la norma prohíbe la contratación de parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundos de afinidad, propios y extraños, comentaron que la alcaldesa de Mala – no estaría actuando con justicia y equidad, al sacarle la vuelta a la norma.
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