ACUSAN A COMANDOS CHAVÍN DE HUÁNTAR DE HOMICIDIO CALIFICADO



Denuncia de japonés Idataka Ogura, enamorado de terrorista ‘Melissa’, bastó para abrir inaudito proceso.


Luego de 126 días la pesadilla había concluido. La hazaña de los comandos de la operación ‘Chavin de Huántar’ era motivo de elogios y comentarios de estadistas de la talla de Henry Kissinger y estrategas como Rudolph C. Barnres Jr., William M. Steele, Edward E. Thurman, Sam C. Sarkesiam entre otros militares egresados de la Escuela de las Américas donde se especializó en inteligencia operativa Vladimiro Montesinos.

Pese a ello y como veremos más adelante, los heroicos militares que enfrentaron la muerte en la residencia del embajador Morohisa Aoki fueron víctimas de un insólito proceso acusados de homicidio calificado.

Nadie puede olvidar cuando el ex presidente Alberto Fujimori concentró a los rehenes ilesos y a los comandos en el jardín, frente a la puerta principal de la mansión, se paró en una silla y todos con fervor patriótico entonaron el Himno Nacional del Perú. Acto seguido salieron a la calle y el entonces mandatario hizo subir al bus que los esperaba para conducirlos al hospital Militar Central, quienes unas horas antes eran prisioneros de Néstor Cerpa Cartolini (a) ‘Evaristo’ y la banda genocida del MRTA.

HOMICIDIO CALIFICADO
La continua aparición de “vladivideos”, la posterior renuncia por fax a la presidencia de la República de Alberto Fujimori y la llegada a Palacio de Gobierno de Valentín Paniagua Corazo -y su séquito de caviares- originó una verdadera ‘cacería de brujas’ que alcanzó a los héroes de la operación ‘Chavín de Huántar’ con el beneplácito de algunos miembros del Ejecutivo y aplauso de ciertas ONGs que siempre fueron parte del brazo legal de las redes de terroristas.

Salvo raras excepciones como la de demócratas como Antero Flores-Aráoz, Francisco Diez Canseco Távara, Rafael Rey Rey y el desaparecido líder aprista Alberto Valencia Cárdenas. Pocas fueron las voces que se alzaron para protesta y defender a los militares peruanos cuya hazaña era reconocida en todo el ámbito nacional.

Tal persecución mediática propiciada por voceros de grupúsculos de ultraizquierda determinó que nuestros comandos fueran denunciados por el delito de homicidio calificado. Ello, en base a una carta enviada desde Tokio a mediados del 2000 por Idatako Ogura, ex Secreetario de asuntos políticos de la Embajada de Japón, quien estuvo como rehén en la residencia de Morohisa Aoki y nunca pudo ocultar su amor – no correspondido – por la emerretista conocida como ‘Melissa’.

En dicha misiva Ogura asegura que había visto como los comandos dieron muerte a elementos del MRTA que se habían rendido obligando a que se arrodillen para luego dispararles en la cabeza. Indudablemente, la principal finalidad era culpar al ex presidente Alberto Fujimori de delitos contra los derechos humanos y enlodar la proeza a Montesinos y a altos jefes de las Fuerzas Armadas que participaron en el rescate de los cautivos.

“Después de catorce meses de investigación -recuerda el almirante Giampietri- el 12 de marzo del 2002, con el financiamiento de la asociación Pro Derechos humanos (Aprodeh), fueron exhumados los restos de l los emerretistas en busca de indicios que confirmaran las ejecuciones extrajudiciales. Asimismo, se realizaron peritajes de los cuerpos y exámenes de balística a cargo del Instituto de Medicina Forense del Ministerio Público. En vano el general Zapata y el general Patiño, quienes heroicamente comandaron la operación ‘Chavín de Huántar’, explicaron que si un comando le dispara a un terrorista y este cae, luego debe acercarse y dispararle nuevamente para asegurarse que quede fuera de combate. Darle la espalda sin hacerlo sería un error que podría tener consecuencias funestas para el comando”, asegura Giampietri.

Meses después, en mayo, se abrió proceso por homicidio calificado a Fujimori, Vladimiro Montesinos, el general EP (r) Nicolás Hermoza Ríos y a los comandos mediante una denuncia sui generis al carecer de pruebas fehacientes. El texto de la demanda decía en condicional: “se habría asesinado y los comandos habrían participado”. Con celeridad -como sucede en casos muy especiales en el Poder Judicial- la juez anticorrupción Cecilia Polack Boluarte ordenó la detención de los generales EP Williams Zapata y Patiño y de los comandos del Ejército y la Marina que liberaron a los cautivos del MRTA por supuestamente haber dado muerte extrajudicial a los terroristas Eduardo Cruz Sánchez (a) ‘Tito’, Enma Luz Meléndez (a) ‘Melissa’ y Víctor Pecero Pedraza. Dictamen inaudito que violó el artículo 2 inciso F de la Constitución que ordena que sólo se puede detener sin proceso abierto en casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas.

Además, cuenta Giampietri que una mañana mientras tomaba desayuno uno de los agentes de su seguridad le entregó un documento. “Por su cara pude darme cuenta de que no se trataba de algo agradable, pero jamás imaginé su magnitud. Era una citación oficial para que me presentara como testigo en el Poder judicial. En letras grandes y en negrita decía: “por el cargo de Homicidio Calificado”. Después llegarían numerosas citaciones, todos sabemos la letanía de interrogatorios y humillaciones que sufrieron los heroicos comandos durante el régimen toledista”, afirmó.

PERFIL DE LOS HÉROES
El comandante EP Juan Valer Sandoval, reconocido como héroes de la operación ‘Chavín de Huántar’ y mártir de la pacificación nacional poseía la insignia ‘Pachacutec’, por haber logrado el primer puesto de su promoción en la Escuela de Comandos del Ejército. Su amor al Perú hizo que se presentara voluntariamente en la Unidad de Intervención Contraterrorista, apenas se enteró del asalto emerretista a la residencia de Aoki., por terroristas del Movimiento Tupac Amaru.

“Chizito” como lo llamábamos quienes tuvimos el honor de conocerlo por el color rojizo de su cabello fue el responsable de la seguridad de Kenji Fujimori Higushi. El exmandatario cada vez que se iba a ausentar del país lo llamaba y le pedía que cuide a su hijo Kenji.

De otro lado, el capitán EP Raúl Jiménez Chávez perteneció a la Promoción ‘Coronel Andrés Rázuri Estebes’, fue del arma de Infantería y se graduó con altas calificaciones en la escuela de Comandos del Ejército. Murió a los 28 ñaños al enfrentarse a un subversivo, quien le disparó con un fusil AKM, falleciendo en brazos de uno de sus camaradas.
No podemos dejar de mencionar al doctor Carlos Giusti Acuña asesinado por el sanguinario terrorista ‘Salvador’ cuyo perfil psicológico era el de un psicópata, según descripción del almirante AP(r) Luis Giampietri Rojas, el proyectil impactó en la arteria femoral del magistrado quien falleció camino al Hospital Militar Central. El Perú perdió un juez probo y ejemplo de honestidad.

JAPÓN AGRADECE
A las 5 y 45 de la tarde, hora peruana, Ryhutaron Hashimoto, primer ministro de Japón, hizo una breve declaración ante los medios de comunicación de su país. Él señaló: “lamento no haber recibido un previo aviso, pero deseo expresar mi agradecimiento al presidente Alberto Fujimori por haber captado la oportunidad para una operación de rescate magnífica. Nadie podrá criticar al mandatario por haber usado las armas, porque ha salvado a los rehenes. Deseo enviar hoy a Lima al canciller Ikeda”. Dos horas después llamó al jefe de Estado y sostuvo una conversación de casi una hora.

REESTRUCTURACIÓN
Luego de la entrega de la residencia a la misión diplomática nipona, estrategas y analistas del SIN encabezados por Montesinos llegaron a la conclusión de que las amenazas terroristas habían evolucionado y de que era preciso redefinir la estructura organizacional de dicho organismo teniendo como base los principios m doctrinales de todo servicio secreto moderno. Solo así se podría prevenir las acciones criminales de enemigos asimétricos, silenciosos y que muchas veces se ocultaron tras la apariencia de niños inocentes para dar terribles golpes a la sociedad.

NUEVA DOCTRINA
El primer semestre de ese mismo año, Montesinos tuvo en sus manos el libro de los coroneles chinos Wang Xiangsui y Quiao Piang “Unrestricted Werfare” que contiene un nuevo concepto doctrinario y que actualmente rige los servicios secretos en importantes comunidades de inteligencia del mundo.

Lo evidente es que había que preparar a nuestros agentes para enfrentar los nuevos escenarios de riesgo y amenazas contra el Estado peruano en el siglo XXI y que de dichas enseñanzas el SIN adoptó algunas de ellas, a bien de lograr una inteligencia de naturaleza pro activa producida en el marco de una visión de futuro. Pero, apenas asumió el mando Valentín Paniagua Corazao esos planes fueron desestimados y lo primero que hizo fue desactivar treinta bases antisubversivas en regiones donde el narcoterrorismo aún no había desaparecido.

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