EL SILENCIO DE LOS CULPABLES.


El más escandaloso encubrimiento en toda nuestra historia
El partido que supuestamente gobierna el Perú se descompone como un cadáver bajo el sol, mientras el principal partido de oposición es perseguido judicialmente por un fiscal teledirigido desde una ONG, en medio de la crisis del Ministerio Público y el Poder Judicial. En tanto, el caso es usado por el presidente como publicidad de su supuesta lucha contra la corrupción, aunque luego se reúne con el ex presidente vacado por corrupto.

El mayor escándalo de corrupción de nuestra historia es silenciado por la prensa, que le regala portadas enteras a la cacería judicial del fujimorismo por la campaña electoral del 2011. Nadie quiere hablar del informe Lava Jato, pero hacen denodados esfuerzos por sacar al fiscal de la Nación. Estamos frente al mayor caso de encubrimiento de la prensa en toda nuestra historia, y ante la campaña más vil de desprestigio de un funcionario. Todo cuadra.

Se habla a gritos del millón de dólares donados por Odebrecht para la campaña de Keiko, pero no de los seis millones donados a Gana Perú, o los tres millones dados para la campaña contra la revocatoria de Villarán. Y menos de los millones pagados por Odebrecht a la prensa, los periodistas y algunas oenegés. ¿Provino de fuente lícita todo ese dinero? Es evidente el direccionamiento que tienen tanto la prensa como el fiscal Pérez. Los hipócritas gritan “que se investigue a todos, caiga quien caiga”, pero en los hechos el circo solo se arma alrededor del fujimorismo.

El dinero de Odebrecht finalmente es de Odebrecht, lo haya sacado del bolsillo izquierdo o del derecho. Lo que debe importarnos más es el dinero que nos robaron a nosotros. Nadie quiere hablar de los US$ 15,000 millones del tesoro público robados por los corruptos de cuello blanco en estos últimos 18 años. De eso nada. Silencio. Nunca el silencio dijo tanto.

Se pide la renuncia al fiscal de la Nación por haber mentido sobre una reunión con periodistas, pero se defiende a un fiscal que engañó llamando “guerra civil” al padecimiento del pueblo peruano, bajo el fuego criminal y la insania del terrorismo de izquierda. ¿Cuál mentira es peor?

El Gobierno pide un presupuesto mayor para el próximo año, pero la mayoría de los ministerios no han ejecutado ni el 50% de su presupuesto de inversión a mes y medio de acabar este año. El destinado a la reconstrucción del norte no llega al 20% de cumplimiento, lo que demuestra la ineptitud de esta gestión. Este año está perdido. El balance general del país es malo en casi todos los rubros; pero ¡oh sorpresa!, Vizcarra crece en las encuestas. ¿No es raro?

La izquierda infiltrada en el poder aprovecha para imponer su agenda. Insisten en la imposición majadera de la ideología de género en las escuelas, bajo la fachada de “equidad”. Una vez más el comunismo cree que puede diseñar sociedades perfectas con revoluciones educativas. ¿Cuántas veces tenemos que soportar estas boberías? No importa cómo disfracen su campaña, siempre será el burdo intento por crear el “nuevo hombre” y la “nueva sociedad”.

Hay que rechazar el adoctrinamiento infantil en las escuelas, aunque venga recubierto de buenas intenciones, como suele venir toda estafa. No debemos tolerar el lavado de cerebro a los niños con objetivos ideológicos huachafos como “desterrar los estereotipos”. Hay que proteger y defender a toda costa la libertad de pensamiento y el libre desarrollo de la personalidad de los niños, para que respondan solo a su realidad cultural, social y familiar, y no a las guías de adoctrinamiento ideológico social preparadas en los laboratorios de alguna ONG de izquierda, nacional o internacional. La educación pública ya es bastante paupérrima como para pervertirla con experimentos de diseño social de índole comunista. Y menos aún cuando todos sus experimentos anteriores han sido fracasos rotundos. Basta ya.


DANTE BOBADILLA - EL MONTONERO. 

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