EL PODER CONTRA CHÁVARRY



Mientras el Gobierno trata de demoler al fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, la anemia creció por segundo año consecutivo hasta 34.1 %, un nivel similar al de Siria, Marruecos y Vietnam. Perú es hoy el tercer país más anémico de Latinoamérica, solo superado por Venezuela y Bolivia, pero Vizcarra desarrolla su agenda anti-Chávarry.

La más “novedosa” y reciente estrategia del Gobierno contra la anemia fue repartir dinero para publicidad en los medios -antichavarristas- y la presentación de la ministra de Salud, Silvia Pessah, de un aplicativo para celulares (app). Esto como si los más afectados cargaran teléfonos de última generación y, si acaso, les sobrara el dinero para gastar sus minutos post pago en leer las recomendaciones del aplicativo. ¿Pessah y el presidente desconocen la ínfima cobertura de telefonía celular en las zonas rurales tan afectadas por la anemia?

Mientras el gobierno se desgasta en ir por la cabeza de Chávarry, Odebrecht está por llevarse más de cuatro mil millones de dólares por la venta de algunas de sus obras, pese a que la inmunda brasilera montó un gigantesco mecanismo de corrupción para con la venía de los gobiernos de Toledo, Humala y Kuczynski, cargarse al Perú. ¿Y así vamos a creer que Vizcarra tiene alguna vocación anticorrupción?

Mientras el Gobierno busca que Chávarry deje la Fiscalía de la Nación, la economía se encoge y exhibimos el peor clima de negocios de la región, según el ranking Doing Business del Banco Mundial. De hecho, en solo un año cayó diez puntos hasta el puesto 68 (de 190), la menor ubicación registrada desde el 2005. Ya a principios de año, 42 % de las empresas que operan en Perú señaló que eran bajas o muy bajas las posibilidades de realizar inversiones significativas (Barómetro Empresarial de Oxford Business Group-OBG); y 2019 pinta peor.

Mientras el presidente Vizcarra y su Premier Villanueva no encuentran cómo deshacerse de Chávarry, no hay diálogo con Fuerza Popular, partido que con bastante ingenuidad intenta esbozar una agenda conjunta mínima para sacar al Perú del estancamiento. El premier César Villanueva Arévalo rechazó conversar con la mayor fuerza política opositora en el Congreso y, a renglón seguido, malintencionadamente dijo que el Congreso tiene la oportunidad de “aprobar la denuncia constitucional contra Pedro Chávarry”. ¿Chantaje?

Al actual Gobierno no le interesa el reencuentro nacional ni solucionar los problemas que afectan al Perú. ¿Para qué el poder, entonces?

Martha Meier M.Q.

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