TENSIÓN EN QUIPICO Y SANTA ROSA


Otra vez el miedo. Los sectores Quipico y Santa Rosa, en el valle Huaura, que son los lugares que concentran a una gran cantidad de pobladores y trabajadores de la Empresa Agraria Azucarera Andahuasi, vuelven a estar en el ojo de la tormenta.

Esta vez, la incertidumbre se ha apoderado de estas personas, ya que tienen conocimiento que Greco Quiroz, quien en los últimos meses tiene el control de la fábrica azucarera, ha señalado que recuperarán esas tierras. Aunque no ha dicho con exactitud cuál será el procedimiento, los pobladores comienzan a tejer una serie de especulaciones. 

Y es que a su mente vienen los funestos episodios ya que les ha tocado vivir hace 9 años atrás. Gente foránea de dudosa procedencia con armas de fuego tratando de imponer la fuerza para apoderarse de esos lugares. La delincuencia que se apoderó de la zona y los días grises que llegaron luego que estalló el conflicto. Y es que el historial de violencia juega un papel muy negativo que pone tenso al poblador, que ahora, conociendo este hecho, va a redoblar sus medidas de seguridad para proteger su integridad y salvaguarda su propiedad y su fuente de trabajo. 

Como no podía ser de otra manera, la policía tendría que estar muy alerta para evitar hechos que después se podrían lamentar. De hecho, ahora mismo, hay un control en los sectores, pero se necesita aún más, teniendo en cuenta los antecedentes vividos. 

Pero, ¿por qué se concretaría estas acciones de la cual temen los pobladores? Es decir la recuperación que habla Greco Quiroz. Muchos de ellos indican que tendría que ver con la crisis que se vive en la azucarera como consecuencia de los presuntos malos manejos, sumado a ello la crisis azucarera que golpea a ese rubro, no solo en el valle Huaura, sino también en varios ingenios del país. 

El bajo costo del azúcar, el cierre de fábricas, la importación excesiva, la sobreoferta. Recuperar estos terrenos podría significar para la planta azucarera una mayor cantidad de producto para producción y por ende generar mayores ingresos para poder cumplir con el pago de los trabajadores, lo cual –como es conocido- en los últimos tiempos es un gran dilema. 

Podría hacerse eso, pero ¿a costa de qué? Los pobladores de Quipico y Santa Rosa han entrado a otra fase, la misma que tiene que ver con dejar atrás los conflictos y encaminar a la empresa, sin embargo ahora deben enfrentar esta tensión. Las autoridades están advertidas y ahora solo queda estar alerta para evitar que ese fantasma que ha vuelto a merodear desaparezca para siempre.

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