Estaba todo calculado. Según los congresistas grabados de forma subrepticia —en video y audio— por su colega fujimorista Moises Mamami, Fuerza Popular montó un plan para tenderles una emboscada y simularon que el legislador puneño quería cambiar su voto a favor de la vacancia por obras públicas en su región. Y cayeron 'redonditos', lo cual no los exime de su responsabilidad por ofrecer prebendas que obligaron a Pedro Pablo Kuczynski a dimitir en medio de un sainete que fue como un déjà vu de lo más rancio de la época fujimontesinista.
El congresista Guillermo Bocángel, filmado por Mamani en el despacho de Kenji Fujimori, afirmó que el objetivo principal del parlamentario de Puno era grabar al mismo PPK, como en efecto pasó, porque estuvo llamando de forma insistente a varios de sus colegas de la facción disidente de Fuerza Popular para pedirles que organicen una reunión con el ahora renunciante mandatario, como condición para cambiar su voto antes del debate de la moción de vacancia, reveló este viernes La República.
"En dos oportunidades, Moisés Mamani buscó a Kenji Fujimori y le pidió visitar al ex presidente Kuczynski en su casa con la excusa de saludarlo. Su objetivo era grabar a Kuczynski. Ya debemos imaginar qué es lo que pretendía hacer después con esa grabación", dijo Bocángel.
Mamani también estuvo llamando persistentemente al despecho del ministro Transportes, Bruno Giuffra, para pedirle lo mismo: que le organizara una cita con Kuczynski, confirmaron fuentes de este ministerio al citado medio. El legislador fujimorista decía en sus comunicaciones que él no votaría por la destitución, pero necesitaba hablar con PPK personalmente, para que oyera las peticiones de otros congresistas que estaban en contra de su vacancia. Mencionó a Modesto Figueroa Minaya y Carlos Ticlla Rafael.
El encuentro con PPK se produjo en la casa de este de la calle Choquehuanca, en San Isidro. Mamani había salido satisfecho de ahí y se supone que anunciaría que votaría contra la vacancia presidencial el lunes 19 de marzo. Pero no lo hizo, y un día después, el martes 20 de marzo, junto a la bancada de Fuerza Popular, convocó a una conferencia de prensa para denunciar que sus colegas del bloque de Kenji Fujimori pretendieron comprar su “voto” a cambio de prebendas.
Luego difundió los videos de sus conversaciones con los congresistas Guillermo Bocángel y Bienvenido Ramírez, y el miércoles 21, Mamani publicó los audios de sus conversaciones telefónicas con el ministro Giuffra, en las que se le escucha decir que anunciaría cuál sería el sentido de su voto. Incluso admitió que registró la cita con PPK, pero hasta ahora no ha lanzado la grabación, pero este habría sido el detonando de la dimisión presidencial.
"Fuerza Popular ya venía diciendo desde diciembre que se estaban comprando votos. Como no tenían ningún medio de prueba, como toda organización criminal planificaron una emboscada y fueron a la cabeza, que es Kenji Fujimori. Quisieron cortarle las alas a Kenji y matar su partido político, el deseo de ellos es dinamitarlo con la finalidad que no pueda postular el 2021".
"En Fuerza Popular todo se maneja en equipo, nadie da un paso sino es por el consenso unánime de las decisiones de la cúpula que encabeza Keiko Fujimori", agregó García, quien incluso denunció que detrás de la emboscada a sus colegas está el coronel coronel retirado del Ejército Walter Jibaja, ex miembro del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) de la época de Vladimiro Montesinos.
La congresista recordó que Jibaja es el actual jefe de Seguridad del Congreso y desde esa posición controla al personal, tiene acceso a los despachos de los congresistas y todas las oficinas legislativas. "Para nosotros usaron un profesional [...] Además, se debe recordar que hay varios congresistas que han pertenecido al servicio de inteligencia", afirmó García.
Operación 'Huachito'
Así se le denominó a la estratagema de Fuerza Popular para terminar de tumbar a PPK, que tuvo a Mamani Colquehuanca como punta de lanza, reveló este viernes el semanario Hildebrandt en sus Trece, que lo reseña así.
"Toda la estrategia fue meticulosamente preparada y contó desde un inicio con la aprobación del congresista Moisés Mamani, quien se prestó a desempeñar el papel de parlamentario fujimorista en desacuerdo con la vacancia, venderse como eventual “avenger” y hacer las veces de topo en las filas del kenjismo. Kenji y PPK mordieron el cebo y el resto es historia conocida".
El nombre del operativo, según relata la publicación, se inspiró en esa vieja historia popular que cuenta que un provinciano recién llegado a Lima estafa a un citadino con el cuento de que había ganado la lotería, pero que no podía cobrar el premio porque no conocía la ciudad. Entonces, el limeño, con engaños, logra que le venda el boleto premiado por unos mil soles, pero cuando va a cobrarlo se da de bruces: el billete de lotería era falso.
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