El benjamin de los Fujimori ha logrado lo que parecía imposible, terminar con la hegemonía de la temida bancada mayoritaria y darle al gobierno el oxígeno que necesitaba para seguir en carrera.
Partir a un partido que se había convertido en un club abusivo lleno de socios con intereses de por medio que no se habían resignado a perder las elecciones y pedían la sangre de PPK.
Salvar al estado peruano y a la democracia , oponiéndose a la vacancia de un presidente elegido en transparente elección popular y que de encontrarse culpable de los cargos que se le acusen se le juzgará terminado su mandato como manda la constitución.
Lograr el indulto para Alberto Fujimori, tema tantas veces manoseado por otros gobernantes, y utilizado políticamente por la misma gente de Fuerza Popular para obtener el voto del elector que reconoce el trabajo del ex presidente hasta hace poco encarcelado por venganza política, pero que cuando fue mayoría hasta se opuso, buscando pretextos tontos. Un indulto que por cierto tiene la aprobación de algo más del 65% de los peruanos.
Todo esto en poco más de un año fue logrado por Kenji Fujimori, hoy con su expulsión de ese club malévolo en que Ana Vega y Pierre Figari han convertido a Fuerza Popular, la democracia ha ganado, la libertad se impuso al miedo. El Perú dejará de ser obstruido. Sin lugar a dudas es la hora de Kenji.
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