Mientras las empresas de transporte interprovincial formales, vienen siendo fiscalizadas, lo cual es bueno, vemos con asombro que ni la población y menos las autoridades fiscalizan a los automóviles que van y vienen de Huacho a Lima, servicio por el cual estos señores cobran 25 soles, pero no pagan impuesto alguno y llegan a Lima en una hora y media o dos horas a lo mucho, pues estos vehículos corren a 200 Km. por hora, un choque a esa velocidad es muerte segura para todos los tripulantes, pero por alguna extraña razón nadie ha fiscalizado sobre este tema y las empresas siguen funcionando a vista y paciencia de todos con jaladoras incluidas.
Lo mismo sucede con la gran cantidad de Vans y Minivans, que informalmente cubren la misma ruta Huacho-Lima-Huacho. Pequeños vehículos que cobran 15 soles y corren a altas velocidades, sin importarle la vida de los pasajeros a los que trasladan, lo peor es que muchas veces la irresponsabilidad de los usuarios prima por encima de su propia seguridad. Muchos salen tarde y quieren ganarle al tiempo y el resultado de esta decisión puede conllevar a perder la vida.
Es urgente buscar que este tipo de transporte informal se ponga en regla, nadie le niega el derecho al trabajo a nadie, pero no se puede poner en riesgo la vida de las personas tan fácilmente solo por un afán de lucro, así como se está fiscalizando al terminal de Huacho, esperamos que las autoridades sean igual de severas con el transporte informal que al parecer tiene corona acá en Huacho.