CERCA DE 800 MENORES ESTÁN RECLUIDOS POR HOMICIDIO Y VIOLACIÓN

Uno murió 'en su propia ley', es decir, en un ajuste de cuentas entre pandillas del Callao. Otro vive hoy con la culpa de haberle disparado al que fue su mejor amigo y el último se convirtió en un integrante de una banda criminal que opera en el norte de Lima. Estas son historias como las de otros tantos menores a los que les tocó conocer la droga, las armas y la muerte desde muy pequeños.
De acuerdo al Poder Judicial, en los nueve centros juveniles del país hay cerca de 783 menores recluidos por los delitos de violación y homicidios.

Así, 220 internados (6,10%) están por asesinatos, de los cuales 14 permanecen bajo el régimen abierto y 206, bajo uno cerrado (privados de la libertad). Asimismo, 563 infractores (15,42%) permanecen en estos albergues por violación sexual. De estos 200 están en un medio abierto y 363, en uno cerrado.

La mayoría son menores de 18 años, muchos con familias desestructuradas, violencia en sus casas, con apego a bandas criminales y con difíciles condiciones socioeconómicas.

Algunos de ellos jalaron el gatillo por primera vez cuando apenas tenían 13 años y otros conocieron una celda antes de cumplir los 15. Todos son pandilleros, asaltantes o sicarios que el crimen organizado usa como materia desechable.

Según el Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes, aprobado por el gobierno a través del DL 1348, ahora los menores entre 16 y casi 18 años que cometan delito de sicariato o violación sexual, seguido de muerte, serán internados de ocho a diez años en un centro juvenil para menores infractores. Ellos cumplirán la totalidad de sus penas.

Penas más severas

El destacado abogado Mario Amoretti señala que el artículo 163 de dicho documento indica el tiempo de internamiento que le correspondería al infractor, según su edad y el delito cometido por este mismo.

Por ejemplo, será de cuatro a seis años cuando el adolescente tenga entre 16 y menos de 18 años y cometa parricidio, homicidio calificado, feminicidio, lesiones graves, pandillaje pernicioso, secuestro, trata de personas, violación sexual, robo agravado, extorsión y tráfico ilícito de drogas.

Si el adolescente tiene entre 14 y menos de 16 años, el internamiento en un centro juvenil será de tres a cinco años por los mismos delitos.

Pero, excepcionalmente, cuando se trate de sicariato o violación sexual de un menor de edad, seguida de muerte o lesión grave, el internamiento puede durar de seis a ocho años si el infractor tiene 14 a menos de 16 y de ocho a diez años si tiene entre 16 y menos de 18 años.

La gerencia de centros juveniles asegura que, a parte de los 783 homicidas y violadores internados, hay otros 1.532 (42,50%) menores por robos y asaltos; 541 (15,01%) por hurto; 138 (3,83) por lesiones; 179 (4,97%) por tráfico de drogas; 137 (3,80%) por tenencia ilegal de armas; 13 (0,36%) por pandillaje; 8 (0,22% por secuestro y 274 (7,60%) por otras infracciones.

Usados por bandas

Según cifras del Poder Judicial que datan hasta setiembre pasado, son 3.214 (89,15%) los menores que se encuentran sentenciados y 391 (10,85) los que están aún procesados.

Todos ellos están internados en los nueve centros juveniles, ocho de los cuales albergan a varones y uno (Santa Margarita) a la población femenina.

Se debe precisar que los adolescentes están siendo utilizados por las bandas organizadas para sus acciones, muchos usan fusiles y granadas para extorsionar y otros hacen lo propio con armas de guerra para aniquilar rivales como ocurre en el Callao y en Trujillo.

"Habrá un régimen de responsabilidad. Hay adolescentes que pueden cometer un delito cuya circunstancia es la de un joven normal. Hay otros convertidos en delincuentes profesionales que roban una y otra vez y que deben ser sometidos a un régimen más severo", afirma un vocero del Poder Judicial.
Se les aplicará el mismo criterio del Código Penal
Para el abogado penalista Luis Lamas Puccio, ahora se aplicará a los menores infractores los mismos fundamentos, criterios y procedimientos que se utilizan en el Nuevo Código Procesal Penal.

Por ello se crea toda una jurisdicción penal especializada para adolescentes infractores, integrada por un juez de investigación preparatoria, salas superiores y, además, se le otorgan mayores atribuciones al Ministerio Público.

"Antes los casos de menores infractores los veía el juez de Familia, que también tiene otros casos. Además, ahora con el nuevo código el fiscal tiene un rol más activo y promotor, incluso de medidas restauradoras", dijo.

El sicario ‘Gringasho’ fue sentenciado a seis años de prisión por el Quinto Juzgado de Familia de la Corte Superior de La Libertad, por el asesinato de dos personas.

En cifras


3.214 menores están sentenciados y permanecen internados en nueve centros juveniles.

391 adolescentes están en calidad de procesados (setiembre 2016).