La intención es afrontar los riesgos en la salud de la población con ocasión de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, debiendo estar atentos para asistirlos frente a cualquier emergencia.
La medida regirá hasta el sábado 31 de diciembre del 2016, por lo que las autoridades de salud deberán preparar e implementar acciones de prevención para asegurar un oportuno servicio.
En ese sentido, deberán tomar las precauciones de disponer el retén de profesionales de salud, personal técnico, medicamentos, equipos de comunicación, ambulancias, camas libres, entre otros.
Los recintos de salud deberán atender imprevistos y contar con profesionales en número suficiente para socorrer a pacientes en primeros auxilios, controlar casos de fiebre, náuseas, vómitos, diarreas o dolor de cabeza. También se ha dispuesto la movilización de las ambulancias del Sistema de Atención Móvil de Urgencias (Samu).