Porque si la gestión del alcalde provincial Humberto Barba y su gerente municipal Juan Valencia, mínimamente tuvieran 100 % operativas todas las cámaras de seguridad, la policía nacional ya hubiera identificado a los delincuentes que sembraron miedo, peligro y terror en el mismo corazón de la ciudad de Huacho.
Es por ello, que el coronel PNP Luis Flores Solis, jefe de la División Policial Huacho ha alzado su voz de protesta en forma enérgica porque no es posible que en una ciudad y provincia tan grande, sus cámaras de seguridad no funcionen mínimamente.
"Tranquilamente pude haber identificado plenamente a los delincuentes, ustedes creen que los delincuentes no saben que no funcionan esas cámaras, por eso es que se han actuado a plena luz del día", enfatizó el oficial superior.
SIN REGISTRO
Según las versiones del coronel Flores la municipalidad provincial de Huaura tiene 11 cámaras, de las cuales 4 están malogras y 8 están operativas pero no pueden grabar sus filmaciones porque carecerían de sus respectivos discos duros
"Esto es algo insólito, cuando investigue el detalle encontré que no había plata para el disco duro, como es posible, en una provincia, que por un tramite burocrático solicitado hace tiempo no puedan funcionar las cámaras", aseveró.
LA INACCIÓN
El jefe de la DIVPOL Huacho considera que "con la complicidad de la gente que no va hacer nada", la delincuencia prácticamente va ganando terreno, porque no se nota compromiso de las autoridades en general
"La lucha contra la inseguridad ciudadana no es solo de la policía, es de todas las autoridades, todos tenemos que comprometernos, no debemos permitir que estos facinerosos vengan a nuestra jurisdicción y hagan lo que le den la gana", manifestó.
"Pero yo no puedo estar luchando solo contra el mundo, mis efectivos policiales se enfrentan, que hacen las demás autoridades", finalizó.
LO RECUPERADO
Fueron recuperados los 38 000 soles que trasladaban los dos empleados de una conocida tienda de electrodomésticos, incautaron un arma y repelieron a los delincuentes durante la feroz balecera.
(Yenifer Quiñones /La Jornada)