PPK recibe una economía en ROJO por culpa de Ollanta


En primer lugar, una economía desacelerada, es decir, que cada vez crece menos. El crecimiento de los últimos meses es por la minería, específicamente por el cobre, que se agota en 2017, a menos que se destraben los nuevos proyectos. Los sectores no primarios (manufactura y construcción) y la demanda interna están cayendo. Y ellos son los que más empleo generan. En segundo lugar, están las caídas de la inversión, tanto privada como pública, desde 2013. Pregunta: ¿cómo romper la tendencia a la baja?

En tercer lugar, un déficit fiscal de 3.3% del PBI. El gobierno anterior gastó por encima de sus ingresos. Lo que es peor, lo que subió fue el gasto corriente (planillas), mientras que la inversión pública y la recaudación disminuyeron. Pregunta: ¿endeudarse para cubrir la diferencia o ajustar los gastos corrientes? En cuarto lugar, una brecha externa; significa que se importa más de lo que se exporta. ¿Cómo hacemos para exportar más?

En quinto lugar, una dolarización financiera que gira en torno a 30%; esto significa que hay muchas personas que obtienen sus ingresos en soles, pero piden préstamos en dólares, por lo que quedan sujetas a los vaivenes del tipo de cambio. ¿Cómo desdolarizamos la economía? En sexto lugar, una estabilidad monetaria que hay que valorar. La inflación está dentro de la meta del BCRP.
El entorno económico externo es incierto; los países avanzados y China mantienen una evolución débil y la Reserva Federal (FED) subirá sus tasas de interés en algún momento en los siguientes meses, lo que traerá consigo un aumento en el precio del dólar. La situación económica externa no ayudará.

No hay mucho margen de maniobra. Los aumentos en inversión y la mejora ostensible en corto tiempo de la gestión pública son claves. De lo contrario, será difícil cumplir en el corto plazo con las metas relacionadas con el bienestar.

Carlos Parodi - Peru21.pe