Fuerza Popular obtiene 343,642 votos de un total de 557,647 votos válidos, lo que representa el 61.6% del total (en la primera vuelta obtuvo 267,572 votos, que representó el 54.3%). Gana en 120 distritos y pierde solo en el 8 (en la primera vuelta, en 103 distritos su votación fue igual o mayor al 50%). En las provincias de Cajatambo, Canta, Huaral, Huaura y Oyón, Fuerza Popular gana en todos los distritos. En Cañete y Barranca pierde en un distrito.
Por su parte, Peruanos por el Kambio logra 214,005 votos válidos, lo que representa el 38.4% del total. PPK gana en Paramonga (Barranca), Santa Cruz de Flores (Cañete), Carampoma y Casta (Huarochiri), y en Alis, Tupe, Vitis y Yauyos (Yauyos). Es bueno recordar que en la primera vuelta PPK obtuvo solamente el 15.7% de los votos.
Analizando por cada provincia, y empezando por la de Barranca, Fuerza Popular gana en 4 distritos (Barranca, Pativilca, Supe y Supe Puerto) y pierde en Paramonga. Su rango de votos se ubica entre el 48% y el 69% de votos válidos. En el distrito capital, Barranca, el de mayor población con 48784 electores, logra el 64% de votos válidos.
En Cajatambo, FP gana en los cinco distritos con un rango de votos entre el 60% al 83% de votos válidos. En Gorgor gana con el 83% de los votos y en el distrito más poblado, Cajatambo, gana con el 61%.
En Canta, gana en los 7 distritos, con un rango de votación del 57% al 76%. En los distritos más poblados, Santa Rosa y Canta, gana con el 62% y 57% de votos, respectivamente.
En Cañete, gana en 15 distritos con un rango de votación entre el 48% al 70%. Sólo pierde en Santa Cruz de Flores. En 10 distritos la votación de FP pasa del 60%. Su mayor votación la logra en Lunahuaná con el 70% de los votos. En los tres distritos más poblados, San Vicente, Imperial y Mala, logra el 58%, 62% y 54% de los votos válidos, respectivamente.
En Huaral, FP gana en todos los distritos, con un rango de votación entre el 62% al 86% de los votos válidos. En Pacaraos prácticamente barre con el 86% de los votos. En los tres distritos más poblados: Huaral, Chancay y Aucallama vence con el 64%, 62% y 74% de votos, respectivamente. Esta votación puede parecer sorprendente, sin embargo, en la primera vuelta también ganó en esta provincia con un rango de votación entre el 54% al 84% de votos.
En Huarochiri, gana en 30 distritos y pierde en dos: Carampoma y Casta. Su rango de votación en los 32 distritos fue de 49% al 83%. El distrito donde alcanzó la mayor votación fue en San Damián con el 83% de votos. En el distrito más poblado, San Antonio, con 23146 electores, alcanzó el 64% de votos.
En Huaura, FP gana en los doce distritos, con un rango de votación entre el 51% al 87%. Su mayor votación la logra en el distrito de Leoncio Prado. En el distrito más poblado, Huacho, gana con la votación más ajustada: 51%. En tres distritos pasa el 70% (Carquín, Paccho y Végueta) y en cuatro el 80% de los votos (Ámbar, Checras, Leoncio Prado y Santa Leonor).
En Oyón gana en los seis distritos, con un rango de votos del 61% al 83%. En la primera vuelta su rango de votación fue 50% al 82%. En el distrito más poblado, Oyón, con 7086 electores, ganó con el 61%.
En Yauyos, Fuerza Popular gana en 29 distritos, perdiendo en sólo cuatro (Alis, Vitis, Tupe y Yauyos). Su rango de votos fue del 31% al 73% de votos. En el distrito más poblado, Viñac, con 1,772 electores, logró el 70% de votos válidos.
Estamos ante cifras contundentes que ubican a Fuerza Popular como la principal fuerza política nacional en la Región Lima. En las elecciones del 2011, logró el 34.5% de votos válidos, en las del 2016 el 54.3% en primera vuelta y el 61.6% en la segunda vuelta.
Sin embargo, cabe decir que resultados tan rotundos en las elecciones nacionales no tiene correspondencia en las elecciones regionales. En efecto, en las elecciones del 2010, el fujimorismo obtuvo el 9% de votos válidos (votación presidencial en primera vuelta), y en las elecciones del 2014, alcanzó el 12.9% de votos (igual en primera vuelta). Ese doble registro (alta votación en las nacionales y baja votación en las regionales) merecerá otro análisis, pero no cabe duda que, de cara a las elecciones del 2018, la realidad política en la Región Lima, se ha modificado sustancialmente.
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