EEUU: A BALAZOS MATAN A 50 GAYS EN DISCOTECA

Al menos 50 personas murieron en un ataque con arma de fuego ocurrido en un club nocturno de la comunidad LGBT de la ciudad estadounidense de Orlando, en el estado de Florida.

El alcalde de la ciudad, Buddy Dyer, informó también que los heridos suman al menos 53, muchos de ellos en condición crítica.

El gobernador del estado, Rick Scott, declaró este domingo el estado de emergencia en el condado de Orange, donde está situada la ciudad, para facilitar la investigación de las autoridades federales.

El atacante, identificado como Omar Mateen, también murió en el incidente, descrito como el peor tiroteo masivo en la historia reciente de Estados Unidos.

La BBC entiende que Mateen, un ciudadano estadounidense de 29 años con padres afganos, no estaba incluido en ninguna lista de posibles sospechosos de terrorismo, aunque estaba siendo investigado por un crimen anterior sin conexión con el ataque de este domingo.

Las autoridades todavía están tratando de confirmar si Mateen actuaba solo y si se inclinaba hacia el islamismo radical.

En una conferencia de prensa, un portavoz del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) dijo que el incidente estaba siendo tratado como un"acto de terrorismo", pero que todavía había que determinar si se trata de terrorismo internacional o doméstico.

Un escuadrón antibombas fue enviado al club, llamado Pulse, para investigar varios artefactos sospechosos.

Más temprano, las instalaciones de Pulse fueron sacudidas por lo que las autoridades describieron como "una explosión controlada".
En la madrugada

Según varios reportes, el ataque inició a eso de las 02:00 hora local (06:00 GMT).

"Escuchamos varios disparos. En la parte en la que yo estaba, varios nos tiramos al suelo. Yo no pude ver ni al atacante ni si había heridos", le dijo Ricardo Negrón Almodovar, quien se encontraba en el local, a la BBC.

"Hubo muchos (disparos), al menos 40", le contó otro asistente, Javer Antonetti, al diario local Orlando Sentinel.

Las autoridades luego relataron que el hombre entró al local armado con una pistola, un rifle de asalto y "algún tipo de artefacto" en su cuerpo.

El atacante logró capturar a varios rehenes e intercambió disparos con la policía antes de ser abatido.

Y durante el enfrentamiento un agente de policía recibió un disparo, pero su casco blindado le salvó la vida.

Inicialmente la policía había estimado el número de víctimas fatales en "aproximadamente 20" y reportado al menos 42 heridos.

En videos compartidos a través de las redes sociales se pueden ver a numerosas patrullas y ambulancias frente al céntrico establecimiento, así como gente siendo atendida por los servicios de emergencia.

"Hay sangre por todos lados", dijo el alcalde Dyer describiendo el interior del centro nocturno.

El alcalde pidió a los residentes de la ciudad este domingo que donaran sangrepara los que permanecen heridos.
Fin de semana trágico

Se estima que, al momento del ataque, más de 300 personas estaban disfrutando una "noche latina" en Pulse, un club que se describe a sí mismo como "el bar gay más caliente" de Orlando.

Y muchos familiares preocupados se han estado dirigiendo a los hospitales locales en busca de noticias de sus seres queridos.

EE.UU. no es ajeno a tiroteos de este tipo: según el proyecto Mass Shooting Tracker, sólo el año pasado en el país se registraron 372 "tiroteos masivos", como se denomina a aquellos que producen cuatro o más víctimas, entre muertos y heridos.

Pero por el número de víctimas, el de este domingo es el peor en la historia reciente de EE.UU.

Y el ataque contra Pulse también se produce menos de 48 horas después del ataque con arma de fuego que le costó la vida a la cantante Christina Grimmie, en la misma ciudad de Orlando.

La cantante de 22 años estaba firmando autógrafos luego de un concierto cuando Kevin James Loibl, de 27, le disparó.

Todavía no se sabe cuáles fueron los motivos de Loibl, quien se quitó la vida de un disparo.

Lo mismo sucede por el momento con el ataque contra Pulse, aunque el FBI aseguró que no había nuevas amenazas inmediatas.

Y el alcalde de Orlando llamó a la ciudad a permanecer unida.

"Nuestra comunidad es fuerte. Tendremos que ayudarnos los unos a los otros para superar esto", dijo Dyer.

BBC-MUNDO

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