CUANDO TODOS QUIEREN SER EL JEFE Y NO PUEDEN

Desde hace unas semanas se ha desatado una campaña de desprestigio contra la Oficina de Imagen y Relaciones Públicas del Gobierno Regional de Lima y contra su jefe el Lic. Giuliano Rivera Bernal, con acusaciones sin fundamento, como por ejemplo la critica a una nota de prensa oficial donde se resaltaba la labor del Gobernador Regional en su viaje de trabajo por la República Popular de China, que fue graficada con una fotografía referencial, como deja bien claro la nota de prensa, hecho que fue puesto al descubierto por los mismos comentaristas en el Facebook.

Sacar del cargo a un jefe de imagen porque no le da publicidad a un determinado medio de comunicación, parece ser la consigna de algunos, que hasta inventan parentescos, y graves calumnias, con el fin de que el gobernador regional les de lo que han pedido, pero el es sabio y sabe que el hecho de apoyar una campaña no equivale a darle obras a determinados proveedores que algunos comunicadores que se dicen fiscalizadores y luchadores contra la corrupción a punta de presión mediática quieren imponer.

Desde el inicio de gestión de Nelson Chui , personajes oscuros, con una trayectoria de latrocinio en la gestión publica, que también desean el cargo y hacen lo posible para boicotearle el trabajo a la Oficina de RR.PP e Imagen Institucional , donde muchos colegas periodistas señalan con nombre propio quienes son y porque desean ser jefes de imagen.

Mocharles un porcentaje de lo que se cobra por recibo por honorarios a los colegas, utilizar el presupuesto asignado a comunicaciones en sus gastos personales o derivando ese dinero a sus cómplices de dolo, utilizando recibos falsos como se denunciaba en otras épocas, un error cometería el gobernador regional si pusiera gente en ese cargo para que esto suceda.

Pero en su afán desmedido por ese cargo, otros inventan parentescos, donde no existe ningún vínculo, "se equivocan" a propósito claro está, dizque confunden y relacionan apellidos adrede para buscar desprestigiar la honorabilidad y el buen nombre de las personas.

Es clara y notoria esta campaña que busca la cabeza de Giuliano Rivera Bernal, el correcto jefe de imagen institucional del GORELI, y la destitución de todos sus colaboradores, a costa de calumnias y difamaciones a las que hasta el cuestionado Vice Gobernador Chong Campana parece que ha hecho eco, pues lo vimos en un conocido canal de cable pidiendo ajustes en esa área, pues ya tendría un nombre para reemplazo con quien se especula horas antes se habría reunido.

Desde mi tribuna siempre he sido crítico de las gestiones cuando he tenido medios probatorios suficientes y antes de lanzar acusaciones que involucran el honor de las personas he investigado bien las cosas para no dañar a sus familias que son los que más sufren siempre ante la publicación de un artículo, los ímpetus periodísticos de destrozar al adversario como ejecutivo o político a costa de lo que sea, siempre te pasara factura, utilizar la noble profesión de periodista como medio de presión para el chantaje y la extorsión o para conseguir un deseo para peculio personal, hará que algún día los propios hijos de las personas que tienen esta actitud, se avergüencen del comportamiento de sus progenitores.

Cuando las denuncias tienen serios indicios de corrupción, tienen que publicarse, es el deber del buen periodista, lo que no es correcto es utilizar esta noble profesión para mentir, indisponer y calumniar, para lograr que luego te den un trabajo o conseguir una posición privilegiada para beneficio pecuniario personal, posición a la que por cierto estos personajes no pueden llegar por mérito propio.

Al parecer la amistad y el respeto se han perdido y hoy solo importa el dinero, pero siempre hay que recordar que los cargos son pasajeros y los amigos y el compañerismo entre los colegas son los que quedan, lamentablemente eso no lo entienden muchos.

A pesar de toda la mierda que se pueda lanzar con ventilador a una persona , cuando está, es honesta, leal y conciliadora, siempre tendrá el aprecio y la confianza de  los que lo pusieron en ese cargo.