El neoliberalismo y por qué Claudia Cisneros está equivocada, por Oscar Rosales

Por: Óscar Rosales Krumdieck. @orosalesk

¿El capitalismo es un sistema corruptor? Eso es lo que arguye la periodista.

Este fin de semana me topé con una curiosa columna de Claudia Cisneros en La República. Su tesis podría resumirse a un par de oraciones: "El liberalismo económico es lo peor del liberalismo porque solo tiene una meta: el dinero. El lucro está por encima de todo, el capital es su dios, su bandera su patria". En base a estas ideas, la periodista acusa al "liberalismo económico" de ser el culpable de varias cosas: "la forma en la que se manejan los colegios, en el asalto a los jubilados con las AFP, en la manera en la que la prensa deforma para proteger al poder económico" y más.

Lo primero que me causa curiosidad de la columna de Claudia Cisneros es la definición de "liberalismo económico" que utiliza. Si el "liberalismo económico" se trata de "asaltar" a los jubilados con las AFP a través de un sistema coactivo garantizado por la mera fuerza del Estado, es indudable que estamos de acuerdo en que debe ser criticado. Pero Claudia Cisneros no sólo se refiere al mercantilismo como "liberalismo económico". Se refiere también a la libertad económica en general. Y lo más interesante: trata de probar que el libre mercado de algún modo corrompe a las personas y las lleva a buscar sólo el dinero sin importar el resto. "La monetarización -señala- de todas las relaciones institucionales, sociales, es el fin último de esta ola devastadora del humano".

Sobre esto, sólo quiero precisar dos cosas. Para empezar, si alguien pretende derivar como consecuencia necesaria de la libertad económica la avaricia o el mero afán por el lucro no va a poder hacerlo. Esto porque la libertad económica implica que cada persona haga lo que desea con su bienes y su cuerpo. Si alguien quiere dedicar su vida a ayudar a las personas necesitadas o incluso fundar una comunidad socialista, está amparado por la "libertad de mercado". El liberalismo tiene la particularidad de no ser impositivo ni coactivo. Al contrario, uno de sus grandes logros fue justo evitar que el Estado nos imponga a todos un solo modo de vida. Haz lo que quieras siempre que no vulneres los derechos del resto: eso propugna el liberalismo.

Ahora, Claudia Cisneros podría decir que si bien esto es cierto, la libertad económica lleva generalmente a un modo de producción capitalista y que son las dinámicas sociales (o de producción) las que terminan corrompiendo a las personas y generando que únicamente se preocupen por el dinero. Es una propuesta ingeniosa, sin duda, pero que debe ser demostrada con ciencia social, no con puro palabreo. Por lo pronto, podemos decir que existe bastante evidencia para creer que esto no es cierto. Investigadores de la talla de Herbert Gintis, Steven Pinker, Paul Zak, Stephen Knack, entre otros, más bien argumentan que el comercio nos hace mejores. Como dice el filósofo de Georgetown, Jason Brennan, la única manera de demostrar que el capitalismo es un sistema corruptor es haciendo investigación científico-social, y la literatura existente sugiere que esto no es así.

El libre mercado suele ser cuestionado por las más diversas razones. Según sus críticos, hace que las personas vivan vidas carentes de sentido, que sólo se preocupen por el dinero e incluso que genera pobreza. En la gran mayoría de los casos, estas afirmaciones son cuanto menos dudosas. Muchas de las críticas tienen que ver más con las anteojeras ideológicas que con otra cosa. Quizá, los críticos del libre mercado tengan razón y este nos haga peores personas y contamine las relaciones sociales, pero hasta que no lo demuestren con rigurosa evidencia científica es difícil que podamos creerles.

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