Alan García era un candidato visto por sus oponentes como un Dios, el que en campaña todo podía, luego de ser presidente por segunda vez de nuestro país olvidándonos del desastroso gobierno que tuvo 85-90, dejándonos con una hiperinflación, un país dominado por el terrorismo y tener que realizar colas por alimentos básicos. Ni el más fiel y crédulo aprista creyó que García se convertiría en nuestro mandatario.
La historia nos indica que en el 2006 teníamos que elegir entre un Ollanta -Chavista, etiqueta impuesta por el Aprista- y Alan, un candidato que nos susurraba seguridad y economía -muy lejos de eso libero a muchos narcotraficantes. El Perú, eligió a Alan García y se vino los narcoindultos, el baguazo , etc; desde aquí el país le perdió cualquier confianza, empezó a iniciarse y desarrollarse una corriente “AntiAprista”, en estas elecciones se configura como un toro buscando dar la cornada letal al ex-mandatario.
A pesar que celebraron su alianza con el PPC bajo bombos y platillos, más luego por diferentes analistas y periodistas la verdad es cruda para Alianza Popular, sencillamente la alianza no VA, y deber que sume solo esperan la estocada final prácticamente se encuentran con respirador artificial pero este no es motivo para menospreciarlos, pero si deja la sensación que será Julio Guzmán en las próximas 2 semanas el que hará rodar la cabeza del líder aprista , es ante esta próxima situación que los apristas dejaron de lado un poco la guerra sucia contra Cesar Acuña y enfilaron sus misiles nucleares contra el candidato de la antorcha morada.
Alan García muy lejos de aquel candidato de los años 80 o del 2006, ahora con un discurso de antaño y envuelto en una serie de denuncias y afirmaciones que remarcan su pensamiento “la plata llega sola”, “no son ciudadanos de primera clase” lo han dejado al borde del precipicio, a pesar de contar con la mejor maquinaria política del país, esta se observa minúscula y deplorable al no poder defender a su candidato, muertes, hiperinflación y narcoindultos son los principales motivos para decirle NO a Alan García, aunque muy diferente hubiera sido la historia si Lourdes Flores representaba la alianza.
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