La expansión de la estrategia de Keiko Fujimori


En el último post del 08 de setiembre en el que analiso la ¨estrategia de Keiko Fujimori¨ coloqué en evidencia la estrategia que la candidata de Fuerza Popular ha adoptado, la misma que tiene como objetivo ablandar los posibles desafectos –el voto anti-fujimorista- con un conjunto de electores en la segunda vuelta, y parece que lo va a conseguir de forma inteligente después de Harvard.

La joven Keiko Fujimori delante de uno de sus más notables opositores proveniente del mundo académico internacional y vinculado a la izquierda local, exhibió su capacidad de adaptación y al mismo tiempo la habilidad de servirse de sus adversarios para su propio provecho político.

De esa forma, Keiko consigue difuminar la imagen de los anti-fujimoristas dispersos, primero fue el reclutamiento como asesor de Fernando Rospigliosi, la alianza en el Congreso de la República con Luis Iberico, aproximaciones con Juan Sheput y ahora el consenso tácito con el profesor Steven Levitsky, el mismo que en la campaña presidencial de 2011 acuñó la frase “se puede tener dudas de Humala, pero de Keiko tenemos pruebas“. Se acaba la munición, sólo queda el mundo de la reflexión.

Sin embargo, para alegría de algunos resta el anti-fujimorismo discreto y organizado, el mismo que es más disciplinado, con más experiencia política y puede ser activado eficazmente por el Apra en el transcurso de lo que viene de la campaña electoral.

Delante de las claras evidencias de que Keiko Fujimori pasará a la segunda vuelta, quedan algunos componente que benefician a esta candidata. El tiempo que viene contribuyendo a diluir las posiciones anti-fujimoristas. La analogía de esta afirmación se encuentra en que inclusive en las relaciones interpersonales, cuando hay conflictos muy marcados, el tiempo tiende a apaciguar los rencores, y en política con una buena estrategia de comunicación, los afectos pueden ser reconstruidos.

Un segundo componente es que una buena estrategia comunicacional puede influenciar un gran segmento de jóvenes que poco conocen sobre la década del 90. Keiko es joven y parece saber sintonizar de forma más espontánea con este segmento.

Y el mensaje en Harvard que es el tercer componente, el mismo que va a contribuir a la desconstrucción del voto anti-fujimorista concentrado en los segmentos sociales A, B y parte del C. Ya el voto duro de Keiko no se va a doblegar, por que no lee ni el Comercio, ni la República, ni mucho menos siguen los post de Steven Levitsky en las redes sociales. Ya la renuncia de un parlamentario en sus filas sólo significa la salida de un peón dentro de una oportunidad más amplia para avanzar en el tablero de ajedrez.

Keiko posiciona su discurso en el centro del espectro político. El espacio fue perfecto para los intereses de Keiko, y dada su posición de dominio en las preferencias electorales, ella se tragó sin pestañear al adversario más curioso, más disperso y más vulnerable.

Ya los críticos del fujimorismo en diversos medios, mal interpretando el fenómeno sólo van a contribuir a instalar la duda en sus seguidores, y con ello se cierra el propósito del mensaje sin convicciones en Harvard.

Con la tribuna servida, no hay duda que Levitsky dará continuidad a su aséptica y buena disposición para el diálogo, mientras tanto, las fuerzas progresistas se quedarán estancadas o con dificultades para ganar el centro. Si Levitsky hubiera invitado a Verónica Mendoza a Harvard y esta hubiera implementado una estrategia diferente, la historia sería otra. Sin embargo, la historia ya está escrita. La lideresa de Fuerza Popular marcó una gran diferencia como candidata, es capaz de tomar distancia del fujimorismo de antaño, puede ¨dialogar¨ e inclusive provocar consensos tácitos a sus propios adversarios.

La segunda vuelta ya está servida para Keiko Fujimori ¿Alguien tiene dudas?

POR: CARLOS UGO SANTANDER

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