Los beneficios de cambiarle de nombre a la Región Lima


El Gobernador Regional Nelson Chui Mejía, ha decidido afrontar con determinación si o si, el cambio de nombre de la Región Lima, una acción que definitivamente marcara un hito en el inicio de la ansiada prosperidad económica que empresarios, trabajadores , niños y ancianos desean en las nueve provincias que conforman esta región.

Desde que se inició el proceso de la regionalización en el país durante el primer gobierno de Alan García, hemos sido testigos de marchas y contramarchas, reformas, modificaciones dadas en el tiempo para evitar la descentralización y que afectaron a todo el país, más a la región Lima que fue divida en Lima Metropolitana y Región Lima Provincias.

Los ex presidentes regionales (Miguel Ángel Mufarech y Javier Alvarado) a lo largo de sus gestiones, junto con los alcaldes provinciales y distritales de su época, se han quejado del escaso presupuesto que el Ministerio de Economía y Finanzas le asigna a la Región Lima, ello debido a la confusión que en los funcionarios del MEF , se da al momento de tomar las decisiones de designar los montos de dinero , confundiendo Región Lima con Lima Metropolitana, ambas con realidades económicas muy diferentes.

El cambio de nombre de la Región Lima no es cosa de figuretismo, ni politiquería barata, es una interesante iniciativa para cambiar nuestro destino que debemos mirar con mucha expectativa, es por esa razón que no comparto algunas posiciones mezquinas que últimamente se están difundiendo a través de los medios de comunicación y redes sociales con el fin de traerse abajo esta propuesta que va camino a convertirse en una realidad.

Las grandes naciones que dominan el mundo siempre lo han hecho protegiendo y poniendo por encima los intereses económicos de su pueblo, es por eso que nuestro pueblo no debe ser la excepción a una regla tantas veces aplicada con éxito.

Los adversarios políticos le pueden criticar muchas cosas a Nelson Chui, pero lo que se debe resaltar es la responsabilidad y la NO MEZQUINDAD que el Gobernador Regional de Lima Provincias ha aplicado en estos meses de gestión, no paralizando obras ni proyectos con el clásico verbo político revanchista “fue de la anterior gestión”, todas las obras que benefician a la población en la costa y las zonas alto andinas de la región Lima se han finalizado, inaugurado y las que están a medias, se continúan ejecutando siguiendo las directivas y normas legales.

La población de la región Lima será informada en unas horas en conferencia de prensa de las bondades que implican el cambio de nombre a Región independencia o Región Bicentenario, cualquiera de los nombres que se decida estará bien, mas allá de lo estético y de la forma debemos ver el fondo, que es la prosperidad económica para las 9 provincias y los 128 distritos que conforman nuestra región, al por fin desprendernos de la permanente confusión con Lima Metropolitana, ciudad capital.

De convertirse en realidad esta iniciativa, comerciantes, transportistas, empresarios de los diferentes rubros y los alcaldes distritales y provinciales, tendrán que prepararse para ejecutar correctamente los presupuestos que vendrán desde el MEF, este dinero debe ser utilizado para promover cada provincia y distrito de la región como un lugar atractivo para la inversión privada, en turismo, agricultura, pesca, minería o servicios, inversión foránea que generara trabajo para la gente de esas zonas y a la vez recaudación a las diferentes comunas, obras que interconecten los pueblos alejados, servicios básicos de luz agua e internet para las zonas alto andinas, construcción e implementación de colegios y centros de salud.

Un presupuesto digno para enfrentar la inseguridad ciudadana, el lastre que en los últimos 3 años sacude nuestra región, es también quitarle la justificación a nuestras autoridades cuando aducen que no tienen dinero para trabajar y también la oportunidad que tendrá la población de reclamar y expectorar a malos funcionarios y autoridades incompetentes que solo llegan al cargo para beneficiarse económicamente. Es tiempo entonces de dar el paso, él no se puede ya no existe, apostemos por la construcción de un nuevo futuro.

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