Critica del post extractivismo

Desnudando la ofensiva ideológica contra la inversión en recursos naturales

El Niño grande de este verano traerá la pérdida de 5 o 6 mil millones de dólares –tres puntos del PBI-, lo que llevará la economía al crecimiento cero. EEUU, además, subirá la tasa de interés y el dólar se disparará multiplicando la inflación. Todo esto en plenas elecciones y en medio del escenario usual de invasiones urbanas y conflictos entre comunidades y empresas agitados en todo el país por la izquierda radical.

Por eso, es hora de desnudar el programa de esa izquierda entrando al debate de fondo de lo que ha dado en llamar post extractivismo.

Según este esquema, al extractivismo -una economía organizada en torno a la extracción de recursos naturales cuya renta es objeto de “apropiación” privada- le sigue un post extractivismo –una economía organizada en torno a un mejor reparto de esa renta entre la empresa privada y el Estado, constitucionalmente propietario de esos recursos.

Nótese que lo que cambia en el proceso del extractivismo al post extractivismo es la forma como se reparte la renta de los recursos naturales, no el hecho mismo de la extracción. El post extractivismo no prescinde entonces –al menos en una primera etapa- de la extracción de recursos naturales, solo redistribuye la renta que esta produce.

La segunda etapa del post extractivismo trae supuestamente consigo una dosificación de la extracción -en minería, petróleo, gas, pesca o madera- “solo a lo indispensable”, para alcanzar una economía basada ya no solo en la extracción sino en la industrialización de la minería y la agricultura.

Este programa conduce, desde luego, a la paralización de la inversión en la extracción de recursos naturales, para producir las condiciones políticas para llegar al gobierno. Esto, desde luego, solo para retomar la extracción de los recursos naturales una vez alcanzado el poder.

La crítica a la economía política del post extractivismo consiste en la denuncia de que se trata solo de un neo extractivismo que busca imponer un reparto distinto de la renta entre el Estado y la empresa. Reparto que no incluye necesariamente a las comunidades dueñas del suelo bajo el cual se hallan los recursos naturales.

Por Jorge Morelli (@jorgemorelli1)