En el día del trabajo:la mujer huachana y su sacrificio por la conquista de las 8 horas laborales

Huacho fue escenario de dos luchas político-sociales logradas por la participación masiva del pueblo: la conquista de las 8 horas de trabajo por primera vez en el Perú en 1916 (en Lima se conquistaron las 8 horas en enero de 1919) y la Huelga General de 1917 por mejores condiciones laborales que culminó con la acción de miles de mujeres y el asesinato de las lideresas campesinas Irene Salvador de Lino y Manuela Díaz Chaflojo.

Los campesinos impusieron sus condiciones logrando, por primera vez en el Perú para toda una vasta región (antes los trabajadores del muelle dársena del Callao habían conquistado ese derecho, circunscrito a los obreros del muelle) el derecho a la jornada laboral de 8 horas diarias. Este derecho recién se conquistó en enero de 1919 en Lima y para todo el Perú. Además, los campesinos huachanos conquistaron lo referente a la supresión de monopolios para la venta de productos de primera necesidad por parte de los hacendados o de cualquiera y el aumento del 10% de salarios desde el 11 de septiembre.

El 5 de junio de 1917 se inició una Huelga General propiciada por la Unión de Jornaleros de Huacho, que se sostenía en las Sociedades de Resistencia (forma de organización de los anarco-sindicalistas) de Hualmay, Amay, Chonta, San Lorenzo, Luriama y Tomaycalla, así como en los campesinos del valle Huara-Sayán y en la Sociedad de Panaderos de Huacho (presidida por Isaac Díaz), en el Sindicato de Peluqueros de la Provincia de Chancay (Presidido por Teófilo González) y otras organizaciones.

Se luchaba por aumento de salarios y otras reivindicaciones planteadas ante los hacendados. Varios dirigentes y trabajadores tenían formación anarco-sindicalista y contacto con sus principales líderes limeños: Lévano (tejedor), Barba (zapatero), Gutarra (ebanista), etc. El 7 de junio se suman a la Huelga los jornaleros de las haciendas de Andahuasi, San Miguel y Humaya. Presentan al subprefecto Manuel Domingo Torero un pliego de reclamos pero esta autoridad decide desconocer a la Unión de Jornaleros por carecer de personería jurídica. El 8 de junio llega de Lima un contingente militar con 90 efectivos a Huacho.



Ese mismo día son apresados 11 dirigentes huachanos y 5 dirigentes anarco-sindicalistas en Lima, entre ellos Lévano, Barba y Sánchez. El 13 de junio se paralizan todas las actividades en Huacho: bancos, tranvías, trabajadores municipales, escuelas, trabajadores de despachos judiciales, comerciantes, etc. El 14 de junio se organiza una marcha pacífica de mujeres de las Sociedades de Resistencia de los barrios mencionados.

Ante la negativa de los hacendados por dar solución a los problemas de los jornaleros, las mujeres agrupadas en la sociedad de resistencia de Huacho, marchan en señal de protesta valientemente por las calles de nuestra ciudad, desde la campiña llegaba un contingente de mujeres valientes y decididas a ser escuchadas por las autoridades la señorita Juana Grados La Rosa del barrio de Santa María, portando el estandarte junto a Irene Salvador Grados quien lideraba el movimiento feminista de Tomaycalla, cuando se encontraban a la altura de las calles “Cocharcas” y “Malambo” (Mariscal Castilla y 28 de Julio) son interceptadas por los gendarmes produciéndose un enfrentamiento entre ambos grupos. Los gendarmes para frenar la arremetida de las mujeres, por órdenes del coronel Edgardo Arenas prefecto de Lima rastrillan sus armas y empiezan a disparar contra las indefensas mujeres originándose un combate desigual por espacio de 15 minutos aproximadamente.

Adelante, dirigiendo la marcha estaban Juana Grados La Rosa del barrio de Santa María e Irene Salvador de Lino de Tomaycalla.




La primera en ser asesinada fue Irene Salvador Grados de Lino, convirtiéndose así en la primera mujer peruana mártir de las luchas político-sociales del Perú. Murió también en la desigual refriega Manuela Díaz Chaflojo del barrio del Molino. Los hechos se produjeron en la esquina de Malambo con Cocharcas, hoy 28 de Julio con Castilla. No se permitió ni el velatorio ni el acompañamiento de sus familiares al entierro. Aquel día también fueron asesinados Filiberto Cherrepano, Ceferino Ramirez, Manuel Lino y Anselmo Mendoza. Los huelguistas de la ciudad y del campo dieron muestra de unidad y conciencia política. Hoy hay una Plaza a Irene Salvador Grados en el barrio de Tomaycalla del Distrito de Santa María. Cerca viven aún sus descendientes, así como los de su esposo.

Hoy sus restos descansan en la Cripta de los Héroes en el cementerio General de Huacho.

(*)Recopilación:

Ibis Fernández Honores

Dirigente CGTP y Especialista en Género

Graficos: Alexander Garcia Diaz

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