Se venía jugando la última fecha del campeonato de las Olimpiadas Deportivas de padres y madres de familia del colegio Inmaculada; Vóley de damas, voley mixto, fútbol de padres y fútbol de madres; luego de concluidos los encuentros se procedería a realizar la entrega de premios que constaba en dinero en efectivo, y estaban reunidos los padres familia; fue en ese momento que un aproximado de 6 DELINCUENTES ARMADOS y ENCAPUCHADOS ingresaron gritando ¡ESTO ES UN ASALTO!, y demás palabras soeces, sorprendiendo y asustando a los padres y madres de familia.
Uno de los delincuentes reconoció a un policía de carretera entre los padres de familia y le apuntó a la cabeza para reducirlo, procediendo a robar celulares, cámaras, filmadoras y billeteras; según indicaron algunos padres de familia preocupados, también habrían robado el dinero de stand donde vendían cerveza.
Al descuidarse los facinerosos unos policías que eran padres de familia desenfundaron sus armas y trataron de repeler el asalto, a lo que los delincuentes comenzaron a disparar produciéndose total consternación.
Los padres policías hicieron correr a los delincuentes, que lograron escapar con destino a la Laguna la Encantada.
Al dar aviso a la policía de Cruz Blanca, salieron en operativo a rastrear la zona.
Las combis que se habían apostado en el frontis de la sede campestre para transportar a los padres de familia, cuando escucharon los disparos huyeron, pero luego regresaron, lo que fue muy criticado por los padres, que indicaban que los abandonaron y no dieron aviso a la policía.
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