PENSANDO QUE LA SEGUNDA VUELTA SERÁ CON K.FUJIMORI.

POR: AUGUSTO ALVAREZ RODRICH

Consciente de que su principal obstáculo para ganar su tercera presidencia en el 2016 se llama Keiko Fujimori, Alan García planteó la iniciativa de un frente electoral amplio con el fin de empezar a sembrar para cosechar en la segunda vuelta.

Según Datum, Keiko Fujimori tiene, con 31%, la mayor intención de voto 2016, seguida con casi la mitad que ella por Pedro Pablo Kuczynski (17%), con menos de un tercio por García (9%), con un quinto por Alejandro Toledo (6%) y, más atrás, por Ana Jara (5%) y César Acuña (4%).

Esto no significa que necesariamente Keiko Fujimori va a ganar la próxima elección presidencial, pero sí que tiene prácticamente asegurado el pase a la segunda vuelta.

Ya en ese momento, las cosas se ponen como en una definición por penales en la que cualquiera puede ganar o, mejor dicho, en la que puede ganar el que menos se pensaba si es que sabe mover bien sus fichas.

En ese sentido, el frente amplio de García se parece, de varios modos, a la estrategia exitosa con que, hace una década, en el año 2006, consiguió su segundo mandato.

Es, para empezar, un mecanismo para vencer el antiaprismo que aún existe en la población pero, antes que eso, al antialanismo que parece ser más fuerte que el primero, especialmente por estar muy fresco su anterior gobierno.

La estrategia se parece en la intención de crear, primero, un cuco al que se debe derrotar; segundo, agrupar detrás de él a todas las fuerzas preocupadas por ese cuco; tercero, proyectarse ante la población inquieta por esa posibilidad como el único capaz de vencer al cuco.

En el 2006 dicho cuco fue Ollanta Humala, mientras que en el 2016 el cuco sería Keiko Fujimori. Así lo entienden en el bloque de Fuerza Popular, donde, por ejemplo, el congresista Carlos Tubino ha señalado que “quieren hacer un frente por miedo al fujimorismo”.

Una definición como la que buscaría García para el 2016 pretendería servir la mesa para que él se coma lo que hubiera sobre ella con el disfraz que mejor le queda en ciertas circunstancias: el de mal menor.

Si la segunda vuelta 2016 fuera efectivamente entre García y Fujimori, será interesante prever la forma como se alinearían las distintas fuerzas políticas. Con el Apra podrían ir el PPC y AP y otras como el combo chalaco de Alex Kouri, mientras que con Fuerza Popular se podrían alinear el Perú Más de PPK y Alianza para el Progreso de Acuña.

Más difícil de prever sería, sin embargo, por dónde irían las izquierdas y el hoy oficialismo del presidente Ollanta Humala. ¿Y el siempre decisivo Mario Vargas Llosa hará campaña por Alan García?

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