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Cinco minutos antes de que se cierre el único centro de votación que instaló la Oficina Descentralizada de Procesos Electorales (ODPE) de Cañete-Yauyos en el distrito de Huangáscar (Yauyos, Lima), un número no precisado de pobladores irrumpió en el local electoral para romper y quemar cédulas de sufragio además de las ánforas y todo el material electoral que se había utilizado.
Según una comunicación con esta apartada localidad, que se ubica a unos 130 kilómetros al este de la provincia de Cañete, los enardecidos pobladores reaccionaron violentamente al detectar la presencia de más de un centenar de supuestos electores ‘golondrinos’, que arribaron desde la medianoche del domingo, en seis combis.
Se supo que los numerosos pobladores, enterados de esta presencia inusual de personas que no pertenecerían ni vivirían en el distrito, hicieron notar la irregularidad a los fiscalizadores del Jurado Electoral Especial de Cañete-Yauyos, a fin de que les impidan emitir su voto.
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El grupo de revoltosos aguardó hasta cerca de las 4 de la tarde para irrumpir en el único centro de votación que se instaló en la institución educativa San Juan Bautista.
La reacción se habría producido tras conocerse los primeros resultados a boca de urna que reelegían al actual burgomaestre del distrito a quien responsabilizaron del masivo traslado de los presuntos ‘golondrinos’.
La violenta reacción de este grupo de pobladores obligó a la policía a actuar enérgicamente e inclusive efectuar varios disparos al aire con los que lograron dispersar a la turba, la que permanece en los alrededores del centro de votación.
La reacción se habría producido tras conocerse los primeros resultados a boca de urna que reelegían al actual burgomaestre del distrito a quien responsabilizaron del masivo traslado de los presuntos ‘golondrinos’.
La violenta reacción de este grupo de pobladores obligó a la policía a actuar enérgicamente e inclusive efectuar varios disparos al aire con los que lograron dispersar a la turba, la que permanece en los alrededores del centro de votación.
FUENTE: EL COMERCIO
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