CINEMA

Por. Eduardo Escobar.

Siempre recuerdo de nuestro lamparín de querosene que alumbraba la sala de nuestra casa, mi madre solía encenderlo después de las 6 de la tarde en épocas de invierno, el silencio era abrumador, no habían muchos carros, era un Huacho de antaño. Los amigos de aquel tiempo en el barrio jugábamos juntos casi todas las tardes en cualquier terreno vacío, no faltaba por ahí, ni tomates maduros, ni pepinos para la sed. Amay era la tierra tan fértil que eh visto, cualquier fruta crecía hasta de casualidad, mi madre acostumbraba decir, tierras de brujos, y no se debería ir muy lejos y siempre hacíamos lo contrario, era placentero hacer una caminata hasta cerro colorado donde encontramos cantaros rotos por todo lado.
 
Llegaban los huaqueros de noche en su afán de encontrar coronas de oro, siguiendo el estilo de los españoles, pero solo encontraban lagartijas. Así pasábamos las horas era una eternidad, parecía que en aquellos tiempos , los días era más largos, hoy es totalmente diferente, el tiempo pareciera ser más corto, la poca y gran diversión estaba en la plazuela Domingo Mandamiento Sipan. 

La novedad corría rápido, los muchachos se pasaban el talan, habrá cine en la plazuela decían, era el cine anecdótico, no recuerdo quien lo traía pero colocaban un proyector en un muro de cemento y luego las imágenes aparecían sobre una pared color blanco de un cortador de cabello, de apellido La Cruz, muchos años vivió ahí, había cine gratis una vez a la semana, entre los actores favoritos estaban “El gordo y el flaco” del cine clásico norteamericano, mucho disfrutábamos viendo esta película en blanco y negro, en aquellos tiempos vivíamos contentos y felices y el comentario de la semana era el estilo elegante y buen humor del flaco que nunca se entendía con el gordo, rompiendo el publico en carcajadas , era un mundo completamente sano, era suficiente una sola película por semana para detallar día a día los gestos el estilo con gracia que tenía el gordo para hacer reír a cada instante, la plazuelita se llenaba de niños , jóvenes y adultos, todos quería ver al gordo y al flaco por las gracias que hacían, el contenido era extraordinario, con el pasar del tiempo, en la actualidad todo ello ah sido superado. 

Hoy tenemos cine en casa, se puede ver decenas de películas y telenovelas a diario en plena era digital a todo color. Sin embargo vemos con pesar mucha insatisfacción e infelicidad, el control remoto se a convertido en el primer aliado de los sedentarios, apenas justas la gente moviliza el pulgar sin movilizar el cuerpo, podría ser culpable de la obesidad y de los infartos, evita que la gente se pueda mover, y un cuerpo que no se mueve corre peligro. 

En aquel tiempo las cárceles y comisarías estaban vacías, hoy han aumentado por mil, como presagio de la corrupción del reo Fujimori inauguro el penal de Carquín que hoy está repleto, no habían violaciones, hoy las hay a toda hora, el fusilamiento al amanecer del "Monstruo de Armendariz", amedrantó a los violadores en todo el país luego se dijo que su muerte había sido un error, cambió todo de vuelta, aquí en este pueblo no existía poder judicial, no había colegio de abogados, tampoco existía decanatura de derecho y como si fuera poco tampoco había universidad, los vecinos casi nunca cerraban sus puertas, parecía que los días eran extrañamente diferentes. 

Los escribidores no podrán olvidar jamás los apéndices del pasado. El cariño a los seres vivos eran tan notorio, se amaba las plantas como a los animales; en Huacho todos parecían miembros de una familia, con gatos, loros, perros y muchos se encariñaban con sus conejos, cuyes, patos y les daba mucha pena tener que sacrificarlos. El primo Alberto que no está más decía, nuestros grandes amigos abrazando su perro mientras este lamia su cara.

Al despertar en las mañanas tal cual historia Kafkiana parece que uno ingresara a una pesadilla, con olas de asalto, narcotráfico, robos, asesinato, gente pidiendo justicia con lagrimas en los ojos año tras año, ¿qué tipo de seres humanos estamos creando? ¿Ha cambiado el elemento químico? ¿Tendrán que ver algo los productos transgénicos?¿De qué vale tanto adelanto si la vida no vale nada?¿Es el costo de la modernidad?. 

Pero en aquellos tiempos del cinema gratis, ver una sola película por semana era placentero y con mucho gusto siempre recordamos, también a Charles Chaplin y lo bueno que era el cine mudo clásicos de la cinematografía inglesa.


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