Una triste realidad es la que viven por estos días Elena Ramón Carrasco y su hijo Edwin Castro Ramón (13) víctimas de la indiferencia y de las promesas incumplidas por parte de algunas autoridades que le ofrecieron el oro y el moro por salir en una foto con ellos y gritar a los cuatro vientos que los ayudarían a combatir el mal congénito que día a día consume la vida del joven huachano apostado en un arenal esperando que Dios se apiade de ellos.
“La impotencia que siento ahora me parte el alma porque no quiero que mi hijo se muera, es un niño que tiene sueños y que quiere vivir”, nos contaba la acongojada la madre que ya no sabe qué hacer para recaudar fondos, ese dinero que le prometieron y que lo llevaría hasta el extranjero para ser intervenido por su corazón.
“Muchos me prometieron ayudar pero siento que han utilizado nuestra desgracia y enfermedad de mi hijo políticamente, solo para figuretear y se olvidaron de él”, manifestaba.
La emoción le ganó y no soportó más humillación que las lágrimas comenzaron a brotar como gotas de tormenta que inundaron su alma y corazón. “Ya no sé cómo pedir que me ayuden, la teletón que se hizo no se organizó bien porque algunas orquestas no llegaron y sólo recaudé 2 mil soles de los cuales tuve que pagar el sonido y las luces quedando sólo 1, 300 soles que los tengo guardado”, contó.
Doña Elena es una madre coraje que minuto a minuto lucha por la vida de su hijo y no va a desmayar hasta conseguir y cumplir el sueño que tiene Edwin. “No me den la espalda”, suplicaba. “Es un niño de 13 años que pide vivir. ¿Tanto le cuesta a las autoridades entender eso?, por favor ayúdenme…..”, mencionó quebrándose en dolor y lágrimas.
Todavía hay maneras de ayudar y lo pueden hacer en su domicilio que queda en Agua Dulce, parte alta de San Judas Tadeo muy cerca a la antena e ingresando por le sede del Gobierno Regional de Lima que fue una de las instituciones que le prometió llevar a su hijo hasta Cuba para que lo operen del corazón. También lo pueden hacer llamando al celular 949184530 que todo será recibido de buen corazón, ese buen corazón que siempre ha caracterizado a los Huachanos.
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