AGRICULTORES LAMENTAN MUERTE DE EMPRESARIO JUAN MUSIRIS

Se enfrentó a corrupta dirigencia de la Junta de Usuarios y Riego de Huaura

Hace algo mas de una semana conocimos la infausta noticia de la muerte del empresario Juan Musiris Chain, hecho acontecido en Canadá, donde estaba internado en una importante clínica. Don Juan Musiris, que frisaba los más de 80 años de edad, tenía cuatro by pass en el corazón, por lo que su salud en los últimos tiempos se había deteriorado.

Fue un empresario textil de mucha importancia en el Perú y en Bolivia. En la provincia de Huaura, muchos agricultores siempre loa van a recordar porque fue el hombre que les enseñó, a despecho de su salud, como enfrentar a los corruptos dirigentes que se hallan enquistados desde hace años en la Junta de Usuarios de Riego de Huaura.

En los últimos meses, con todo el poder económico que manejan estos corruptos, sintieron que el piso se les movía y que por primera vez podían ser desaforados de estos cargos donde se vienen enriqueciendo a costa de miles de agricultores a los que todavía les han puesto vendas negras para que los sigan apoyando.

¿INVERSIÓN GARANTIZADA?

En el Perú mucho se pregona de que el Estado garantiza la inversión privada. Incluso los que manejan a su antojo la Junta de Usuarios y Riego de Huaura, entre los que está Eduardo Núñez Cámara, cabeza visible de la corrupción y persona muy allegada al grupo empresarial WONG, no se cansa de manifestar y pontificar la inversión privada que crea fuentes de trabajo y apuestan por el desarrollo de la región y por ende del país.

Pero, lo que se dice de la boca para afuera es otra cosa, sobre todo cuando los empresarios no responden a sus intereses y los enfrentan como fue el caso de don Juan Musiris, propietario de Agropecuaria Santa María SAC, que en una licitación internacional, convocada por Pro Inversión, organismos del Estado que promueve la inversión, compró más de 1,500 hectáreas de terrenos eriazos al Estado (Ministerio de Agricultura), en la Irrigación San Felipe, distrito de Végueta, por más de 600 mil dólares americanos, con la esperanza de hacerlos productivos para sembrar viñedos, paltos, espárragos apara la exportación, y establos de ganado.

Y no como otros como el congresista fujimorista Elard Melgar Valdez, que en forma por demás descarada se ha apropiado de centenares hectáreas de terrenos sin pagar un solo sol al Estado, y que como defiende a ultranza a los corruptos dirigentes de la Junta de Usuarios y Riego de Huaura, tiene disponibilidad de agua en enormes reservorios que ha construido y por lo que no paga las tarifas establecidas, por lo que ha sido sancionado en varias ocasiones por el ALA (Autoridad Local del Agua) y por la ANA (Autoridad Nacional del Agua).

En cambio al empresario Juan Musiris, hombre enamorado de las bondades de la tierra, que quiso invertir más de Un Millón de nuevos soles para la captación, ampliación y mantenimiento del canal madre de agua de la Irrigación San Felipe, si le hicieron la guerra desde un primer momento y se opusieron tenazmente a que incluso construyera reservorios de agua, como la tienen otras empresas del lugar, a pesar de contar con la debida la autorización de la autoridad del agua.

Su “delito”, fue no entregarles el Millón de Nuevos Soles tal como se lo solicitaron expresamente los dirigentes de la Junta de Usuarios para ellos hacer estas obras. Don Juan Musiris, hombre experimentado conocía de la “experiencia” y curriculums de estos personajes y de los saqueos económicos que habían hecho en las empresas que habían manejado, por lo que les dijo en sus caras peladas que él iba a hacer la inversión en las obras a ejecutarse.

Desde ese momento lo declararon su enemigo. El presidente de la Junta de Usuarios Eugenio Bravo, es solo un títere al que lo manejan a su antojo Eduardo Núñez y el gerente Juan Martínez, cuyos patrimonios personal, familiar, y de sus testaferros han crecido exponencialmente.

A todos estos corruptos los enfrentó don Juan Musiris, que no escatimó mucho de su valioso tiempo y dinero, para hacer prevalecer la verdad y justicia. Nos imaginamos que deben haber celebrado en la Junta con mucho vino de Paco Umbert y de Chinchay, la muerte de este empresario.

Esto debe ser un llamado de atención al Estado peruano para que se preocupe de proteger a aquellos que invierten su dinero en adquirir posesiones para hacerlas productivas y se topan con mafias que manejan a su antojo al agro provincial y amparadas por instituciones que los cobijan toman acciones en beneficio personal y de las empresas que representan.

Que el sacrificio del empresario Juan Musiris Chain, permanezca incólume en el corazón y la mente de todos los agricultores y que sea el motor de cambio que necesitan para botar a patadas a los corruptos dirigentes que hoy los gobiernan.                  


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