Este sujeto que les roba impunemente el agua a los regantes de la Tablada, El Paraíso e Irrigación Santa Rosa, del canal madre que lleva agua a las sedientas tierras de la zona para irrigar las miles de hectáreas que a punta de pistolas y matones traídos de los bajos fondos del Callao, ha arrebatado a modestos campesinos que durante años invirtieron dinero y tiempo para construir pozos artesanales, canales, rústicas viviendas y otros con más poder económico con material nobles, a los que desalojaron y despojaron de sus propiedades luego de golpearlos, amenazarlos de muertes y dispararles.
En este juego sucio contra la legalidad y posesión de terrenos, lamentablemente se prestan a ello malas autoridades como los designados jueces de paz de Santa María, que por el pago de míseros soles “comprobaron la posesión de las tierras en conflicto, 1,000 hectáreas, por parte de Pedro Camaiora, que recién aparece en escena el 2011”.Los más perjudicados son los socios de la Asociación de Productores Agropecuarios (APAMABIR), que son posesionarios desde 1997, de 7,398 hectáreas, ubicada en el Sector Tablada Intermedia Baja, Sector El Paraíso. El presidente Asisclo Jacob Hizo Jaramillo, además h enfrentado mediante denuncias a un expulsado integrante de su asociación Félix Estanislao Ponce Vásquez, que pretende mediante la conformación de la Asociación El Gran Paititi, quedarse con todas estas miles de hectáreas de terreno que ya estaban en pleno proceso de sembrado con fuerte inversión de sus asociados.
Pedro Camaiora, que es a la vez presidente de los exportadores de cítricos de la Irrigación Santa Rosa, cuenta con poder económico y ha visto que en estas miles de hectáreas se puede sembrar cítricos que le pueden dar buenas rentas. Para ello, contrató a unos 60 delincuentes que sembraron el pánico en toda la zona.
A decir de los agricultores de La Tablada, no se puede transitar por la noche por el lugar ya que los matones disparan a matar a todos aquellos que caminan por la pista para llegar a sus chacras.
El solo nombre de Pedro Camaiora, crea temor y zozobra a las humildes madres campesinas que temen que sus hijos y nietos puedan ser víctimas de las balas asesinas de estos maleantes que hoy se han enseñorado en La Tablada.
Las agricultoras Sara Panduro Ríos y Dionisia Bustamante, llegaron hasta Huacho para solicitar a las autoridades que se imponga la ley y el orden en este poblado de la provincia de Huaura. La Tablada es tierra de nadie. Ellas aún tienen en su recuerdo la forma como las golpearon, le pusieron los revólveres en la cabeza para matarlas y les sacaron sus cosas y destruyeron sus viviendas.Otro asociado Billy Villanueva Ramos, que estaba construyendo pozos artesanales de donde había podido extraer agua para el ganado y pastizales que iba a sembrar de pronto se vio sin nada, ya que los delincuentes lo amenazaron con matar si volvía.
Este caso, ante la protesta de los asociados que tenían sus documentos en regla se judicializó ante el Segundo Despacho de Investigación Preparatoria de la Corte de Justicia de Huaura, que en primera instancia les ha dado la razón a la Asociación APAMABIR, y solicitó el desalojo preventivo y administración provisional para la Asociación de Productores Agropecuarios – APAMABIR.
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