Por: César Zapata.
El Gobierno Regional de Lima liderado por el gobernador Ricardo Chavarría registra hasta este momento un aletargado avance en su ejecución presupuestal que no supera el 12% , cifra vergonzante comparada con los indicadores que tuvieron las anteriores gestiones. El origen del problema es haber traído profesionales que desconocen la realidad de nuestra región, sin embargo hay que resaltar las ganas que le pone el gobernador, que a pesar de sus años trabaja con una vitalidad digna de admiración.
También se ha podido visualizar algunas pugnas internas que esperamos que se hayan acabado por la gobernabilidad de la gestión, hasta el momento no se sabe si habrá cambios en la gestión, pero lo que está marchando mal es la Gerencia de Planeamiento y Presupuesto, un área de vital importancia que por lo que observo en lugar de ayudar a que la gestión vaya bien , la está haciendo retroceder, en su defensa de esta gerencia podríamos señalar que tal vez , solo tal vez los funcionarios no están ayudando y cometen errores en los tramites que hacen que el avance se torne lento algo que sería obvio pues hay mucha gente joven con cero experiencia y que recién está aprendiendo y en ese aprendizaje los que pagan sus errores son los ciudadanos.
Las áreas de salud y educación están débiles, escandalosos sucesos han empañado sus posibles avances y queda claro que Ricardo Chavarría nunca tuvo cuadros para gobernar , luego de la segunda vuelta el tiempo fue escaso para armar equipo, nunca Fuerza Regional había sido gestión y eso le está pasando una costosa factura. Ricardo Chavarría aposto por la juventud sin experiencia que comete errores porque está aprendiendo y dejo de lado a los experimentados que por cierto traen en sus espaldas sendas denuncias e investigaciones por indicios de corrupción algo que en su discurso de campaña el gobernador dijo que no iba a permitir.
Sin embargo, aún está a tiempo para corregir errores y aprovechar los 100 días para hacer los cambios y ajustes necesarios en Gerencias, Direcciones, Asesorías y funcionarios de mando medio que no cumplieron las metas tienen que irse, dejarlos es mostrar debilidad como titular de la gestión.
Inmediatamente de efectuados los ajustes y cambios necesarios hay que resetear la gestión pero esta vez con un norte con metas y un plan que se ejecutara los 4 años que durara el mandato otorgado por el pueblo a Chavarría, que imaginamos piensa cerrar con broche de oro esta etapa de su vida, luego de ser un exitoso empresario cuya perseverancia lo llevo a gobernar la región Lima.
Comentarios