Entre las graves acusaciones se menciona el direccionamiento de proveedores y obras, al parecer un emporio de corrupción ha tomado la comuna, los nombres de los acusados por la población maleña son el del empresario Ivis Onairam Bartolo, coordinador y asesor de obras quien junto a Frank Mendieta, asesor de personal externo, Gilmer Ponce y Víctor Melchor, han conformado una presunta asociación que ha tomado por asalto la Municipalidad Distrital de Mala.
Se espera que las denuncias enviadas a los INBOX de los diferentes medios de prensa, sean sustentadas con la documentación respectiva, para en las próximas horas presentarlas a Contraloría General de la Republica, que hoy más que nunca tiene la facultad de sancionar y hasta vacar a la autoridad edil cuando actúa delincuencialmente.
Ivis Onairam Bartolo es un conocido empresario maleño, que según los allegados a la alcaldesa Sonia Ramos, invirtió doscientos mil soles aproximadamente en la campaña, pero al parecer según nuestras fuentes ahora quiere cobrarse con intereses ese dinero, la alcaldesa negó que este sujeto tendría injerencia en su gestión cuando estaba en campaña, pero al día siguiente de asumir la alcaldía lo nombró como su coordinador de obras, lo que significa que los empresarios constructores que quieran ser proveedores de estos servicios tendrán primero que pasar por sus manos antes que por los de la propia alcaldesa.
En lugar de dar solución a las problemáticas del distrito, la alcaldesa Sonia Ramos se ha dedicado a buscar la forma de como despedir a la gente que le dejó la gestión anterior, hasta cierto punto esto es entendible, pero que quiera despedir abusivamente a un discapacitado ha sido la noticia que ha causado tremendo rechazo de la población .
Es el caso de Francisco Sánchez Romero (30) un joven que nació con poliomielitis y que venia laborando en la municipalidad de Mala , desde hace más de 10 años, quien ahora desesperado ante el despido abusivo, implora que le devuelvan su trabajo pues él considera que no ha cometido ninguna falta contra la institución.
Esta es la actitud prepotente, déspota de la alcaldesa Sonia Ramos, la que ahora al parecer se ha rodeado de un grupo de personas que creen que la Municipalidad de Mala es un botín de guerra, y a los que la Contraloría y el Ministerio Público deberían investigar desde ya.
En el año de la lucha contra la corrupción, no se puede permitir en las municipalidades la aparición de más asociaciones criminales para delinquir como las que ya se han descubierto y están tras las rejas por saquear el dinero del pueblo, el pueblo maleño tiene que hacerse respetar.
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