El agente de seguridad se encontraba siempre en la puerta de ingreso general del hospital y veía el ingreso y salida de todo aquello que pasaba por esa puerta.
TRÁFICO DE CADÁVERES
Oscar Orellana, denunció que el jefe de seguridad de nombre Héctor Verde, sería el contacto y quien recibiría entre 200 y 300 soles por cada cadáver que entregan a una funeraria.
Para la entrega del cadáver daría el dato a la funeraria y agilizarían el trámite del certificado de defunción.
“No saben ni los doctores que el paciente ha muerto, pero la funeraria ya está en el lugar, los técnicos llaman a la funeraria y llegan como si fueran gallinazos”, fueron las escalofriantes palabras de Orellana.
CHATARRA
También el ex agente de seguridad, dio a conocer que fue testigo de la salida de vehículos cargando lo que habrían denominado “chatarra”, pero sin ningún documento que sustente su salida.
DIARIO: ECOS