443 el número de fallecidos, en 4.027 el de heridos y en 231 el de desaparecidos. El fuerte movimiento sísmico fue el mayor registrado desde 1979.
Patiño, en conferencia de prensa, comentó que se contabilizan 443 fallecidos, si bien el viceministro del Interior, Diego Fuentes, habló previamente de 480 víctimas mortales.
Decenas de rescatistas en Ecuador buscaban el martes sobrevivientes del terremoto de 7,8 grados que azotó la costa del país, donde el sábado se decretó estado de excepción y más de 6 provincias en emergencia.
En las zonas más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 continúa la búsqueda de personas entre los escombros.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cifró el martes en unos 3.000 millones de dólares las pérdidas como consecuencia del terremoto, informó la agencia pública Andes.
"Las pérdidas son multimillonarias, yo calculo, grosso modo, 3.000 millones de dólares, un 3% del producto interno bruto y eso significa reconstrucción de años. Es una lucha larga, por eso invito a no desanimarnos", explicó Correa.
El mandatario lamentó la pérdida de vidas humanas y dijo que en proporción de habitantes la localidad de Canoa, en el norte de Ecuador, es la más golpeada por el sismo, pues el 80% de ese balneario ha desaparecido.
En la golpeada ciudad de Portoviejo, donde unos 100 reos se fugaron tras el derrumbe de los muros de la prisión, los pobladores se quejaban por su estado de desatención.
A unos 181 kilómetros al norte de Portoviejo, en la devastada localidad de Pedernales, se instalaron carpas en el incólume estadio para recibir cadáveres, tratar a los heridos y distribuir agua, alimentos y mantas a los sobrevivientes.
En diversos puntos de Quito, Guayaquil y otras ciudades, miles llegaban con bolsas de comida, ropa y botellas de agua a los puntos habilitados para recibir donaciones.
Según el técnico del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador, Hugo Yepes, la magnitud del sismo "representa una muy grande energía sísmica liberada" y tiene relación con la zona de contacto entre las placas de Nazca y Sudamericana, donde se generan frecuentemente terremotos, por lo que "era el sitio más probable" para que ocurriera.
Por otro lado, el secretario nacional de la Administración de Ecuador, Pedro Solines, informó el martes sobre el envío 12.000 raciones diarias de comida a las zonas afectadas por el terremoto.
Los envíos se realizarán de forma ininterrumpida con recursos económicos del Gobierno de Ecuador, asistencia internacional del Programa Mundial de Alimentos (PMA), y con las donaciones de ciudadanos de a pie y de empresarios.
Precisamente el martes, el PMA informó de que ha enviado a las zonas afectadas un convoy con asistencia alimentaria para unas 8.000 personas durante quince días.
Los "kits de asistencia alimentaria de emergencia ya estaban listos para ser usados pues forman parte de las medidas de preparación ante desastres tomadas cuando la región se preparaba para el impacto de El Niño", indicó el PMA.
Más de 330 réplicas han sacudido al país de 16 millones de habitantes, algunos de los cuales se apiñaban en las calles, preocupados por el derrumbe de sus ya agrietados hogares.
"Tenemos miedo de estar en la casa, que quedó prácticamente destruida. Hemos sacado algunas cosas básicas", dijo Yamil Farfán, un empleado privado de 47 años que estaba junto a unas 30 personas en una calle de Portoviejo. "Cuando esto mejore y paren las réplicas veremos si podemos repararla".
Unos 14.000 efectivos de seguridad fueron enviados a mantener el orden en Ecuador, pero no pudieron hacer nada para impedir que hombres armados desvalijaran dos camiones que partieron el lunes de Guayaquil hacia Pedernales con víveres.
Unos 600 millones de dólares en líneas de crédito de contingencia con organismos multilaterales estaban disponibles para atender la emergencia, dijeron autoridades, explicando que del total, 160 millones de dólares deberían llegar esta semana.
Se estaban estableciendo fondos locales de ayuda y Venezuela, Chile y México enviaron personal y suministros. Unos 400 rescatistas de distintos países latinoamericanos llegaron a Ecuador junto con especialistas en desastres de España y Suiza.
Más de 330 réplicas han sacudido al país de 16 millones de habitantes, algunos de los cuales se apiñaban en las calles, preocupados por el derrumbe de sus ya agrietados hogares.
"Tenemos miedo de estar en la casa, que quedó prácticamente destruida. Hemos sacado algunas cosas básicas", dijo Yamil Farfán, un empleado privado de 47 años que estaba junto a unas 30 personas en una calle de Portoviejo. "Cuando esto mejore y paren las réplicas veremos si podemos repararla".
Unos 14.000 efectivos de seguridad fueron enviados a mantener el orden en Ecuador, pero no pudieron hacer nada para impedir que hombres armados desvalijaran dos camiones que partieron el lunes de Guayaquil hacia Pedernales con víveres.
Unos 600 millones de dólares en líneas de crédito de contingencia con organismos multilaterales estaban disponibles para atender la emergencia, dijeron autoridades, explicando que del total, 160 millones de dólares deberían llegar esta semana.
Se estaban estableciendo fondos locales de ayuda y Venezuela, Chile y México enviaron personal y suministros. Unos 400 rescatistas de distintos países latinoamericanos llegaron a Ecuador junto con especialistas en desastres de España y Suiza.
Comentarios