A Don Humberto Barba nuestro alcalde le quedo muy grande el sillón municipal, lejos quedo ese candidato con polo amarillo que se rodeaba de los ambulantes, de los ancianos y les sonreía alegremente prometiéndoles de todo, ahora desde la municipal pareciera que todos le causamos un terrible mal vomitivo.
Sus asesores le hacen creer que los huachanos no se enteran sobre las múltiples denuncias de sus serenos, que los huachanos desconocen que pago su deuda de miles de soles ni bien fue electo, que los huachanos no se informaron que sus obras se caen a los 2 días de inaugurarlas, que los huachanos no se quejaron sobre la pésima obra que son las piscinas y tiene un costo de casi 7 millones –Revísalo aquí- y la última fue botar a una anciana de 80 años que se gana su pan sin ROBAR.
Mientras Don Humberto siga creyendo que los huachanos vivimos muy felices con su presencia como alcalde y que todo el mal que contra las mujeres embarazadas golpeadas por sus serenos, los ancianos a quienes le robaron su mercadería, las pocas y malas obras inauguradas y su intolerancia para dialogar donde su primera medida es golpear y luego “charlamos” será disculpada y olvidada algún día se equivoca gravemente, son suficientes motivos para dejar el cargo en alguien que si haga obras de verdad y no mande a sus serenos contra quienes le incomodan o hacen huelga.
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