WALTER RIOS EL PRIMER JUEZ DETENIDO POR AUDIOS DE IDL REPORTEROS.


El hombre clave. El ex presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao permanecerá arrestado de manera preliminar por 72 horas. Según resolución judicial, el magistrado sería uno de los hilos que podría ayudar desbaratar las mafias de crimen organizado.

Sobre las cuatro de la tarde del domingo pasado, la División de Investigaciones de Alta Complejidad de la Policía llegó a la calle Francisca Sánchez 151, San Miguel, con un contingente de más de 20 agentes para allanar el domicilio y luego detener a Walter Ríos , el juez de los “10 verdecitos”, quien hasta el viernes era el presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao(CSJC).

Ríos estará detenido de manera preliminar por un plazo de tres días. El pedido de captura lo realizó el fiscal Jaime Velarde de la Fiscalía Suprema de Control Interno, y lo autorizó el juez Luis Cevallos de la Corte Suprema.

Antes de que la Policía llegara al domicilio, el juez Ríos declaró que se someterá a las autoridades y que no tiene pensado salir del país porque sus hijas están acá. Este argumento será usado por el magistrado ante un inminente pedido de prisión preventiva para acreditar arraigo familiar.

EL HOMBRE CLAVE

Según la resolución judicial que autorizó la detención de Ríos, el ex presidente de la CSJC “sería el hombre clave de la red de corrupción dentro de la Corte” y los hechos que se investigan “son ilícitos del desarrollo de una organización criminal”.

Para los vecinos de la calle Francisca Sánchez, Ríos también era el hombre clave. Su casa, a la que se acababa de mudar tan solo hace cinco meses, era el escenario de grandes fiestas.

Los numerosos autos con lunas polarizadas, que llegaban todas las semanas a las reuniones del juez en la terraza de su casa, obstaculizaban el libre tránsito de los vecinos.

“Veíamos que la calle se llenaba de carros. Hacía unas fiestas estruendosas que duraban toda la madrugada hasta el día siguiente. También contaba con agentes de seguridad. Algunos pensábamos que ahí vivía un narco”, dijo José Arévalo, quien vive a solo una casa de Ríos.

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