PERÚ AUN NO TIENE NUEVO PRESIDENTE: SOLO POR 0.7% DE DIFERENCIA GANA PPK

Con el 92,6 por ciento de las actas contabilizadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) le da ventaja del 0.7 % al economista Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años, sobre Keiko Fujimori, de 41 años, cuyo padre fue presidente del país en la década de los noventa. Peruanos por el Kambio, el partido de Kuczynski, cuenta con el 50,32 por ciento de los votos, mientras que Fuerza Popular, de Fujimori, tiene el 49,68 por ciento.

A pesar de que ambos candidatos hicieron campaña con una plataforma de libre mercado, en la región esta elección se entiende como un referendo al legado de Alberto Fujimori, cuyo gobierno se volvió autoritario luego de que volvió a redactar la constitución del país en un conflicto con Sendero Luminoso.

Años más tarde, cuando intentaba volver al poder, fue condenado a 25 años de cárcel por corrupción y crímenes de lesa humanidad.

Aun así, parecía que muchos peruanos apoyaban a su hija, Keiko —quien dijo que no absolvería a su padre—, cuando obtuvo más votos en la primera vuelta en abril y su partido, Fuerza Popular, logró la mayoría en el congreso.

Los resultados de este domingo revelan un país más divido de lo que se pensaba, con una ligera ventaja para Kuczynski, quien se presentó ante los electores como un tecnócrata que ocupó un cargo en el Banco Mundial.

Un exultante Kuczynski, quien fue presidente del Consejo de Ministros de Perú de 2005 a 2006, se presentó la noche del domingo ante sus seguidores y estuvo a poco de nombrarse ganador de la contienda; pero optó por la prudencia y afirmó que creía que la victoria sería suya muy pronto. “Estoy seguro de que la ONPE saldrá mañana en la noche con su veredicto favorable a la democracia y a PPK”, dijo anoche. “Aborrecemos la dictadura y amamos el diálogo”.

Fujimori también dijo que esperaría a los resultados finales. “Estamos orgullosos de saber que contamos con el apoyo del 50 por ciento de la población”, apuntó.

Cires Palomares Vicuña, una enfermera de 55 años, dijo que votó por Kuczynski. “Me identifico con él y necesitamos un cambio positivo y a alguien con experiencia para que nos guíe de manera correcta”.

Por otro lado, Jesús Ayala, un trabajador de la construcción de 53 años, apuntó que temía que el crimen estaba en aumento en Perú y cree que Fujimori está mejor preparada para enfrentarlo.

“Creo en la lucha de Fujimori en contra del terrorismo en los años noventa”, afirmó. “Él (Alberto) fue el único capaz de terminar con esa guerra. Ahora que la delincuencia crece, me parece que ella es la más adecuada para combatirla”.

Aunque el legado de su padre es un arma de doble filo, Fujimori también tuvo que defenderse de varias acusaciones de corrupción. Sus críticos la acusaban con frecuencia de que en su campaña se compraban votos, y uno de sus compañeros de fórmula fue descalificado por la ONPE por regalar comida y agua en un evento de campaña.

El coordinador de campaña de Keiko Fujimori, Joaquín Ramírez, fue obligado a separarse de su cargo luego de que los medios de comunicación revelaron que era investigado por la DEA por lavado de dinero. El piloto Jesús F. Vásquez, quien ahora vive en Florida, dice que él escuchó a Ramírez alardear de que lavaba dinero.

Según Vásquez, Ramírez dijo que durante la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2011, la China, como es conocida, le dio 15 millones de dólares para blanquear. Vásquez recuerda que Ramírez dijo que realizó el lavado de dinero a través de una cadena de gasolineras de la que él es propietario.

“Todavía se lo repetí: ‘¿La China Keiko Fujimori te dio 15 millones de dólares para lavado?’”, apuntó Vásquez en una entrevista.

Tanto Ramírez como Fujimori han negado cualquier mal proceder.

Las acusaciones fueron un factor a la hora de votar para Alexander de Feudis, un diseñador gráfico de 45 años.

“Al principio pensé que Keiko sería genial porque su partido es mayoría en el congreso y esto le permitiría hacer cambios rápidamente”, dijo. “Pero cambié de opinión porque veo demasiadas señales de corrupción al interior de su partido y entre sus colaboradores”.

Andrea Zarate reportó desde Lima y Nicholas Casey desde Nueva York. Frances Robles colaboró con este reportaje desde Miami.

THE NEW YORK TIMES

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