En medio de los ultimos días de la vorágine electoral, apareció un audio que muestra la verdadera personalidad del candidato a la alcaldía provincial de Huaura, Beto Barba, no es el tipo del abrazo campechano, ni el de la sonrisa fácil, no es el colorado bonachon, el de la palmadita en el hombro , ni el de buenos modales, por el contrario, es lo que jamás hubieses imaginado.
Este audio al parecer fue grabado entre el candidato de La Familia y un proveedor que busca colocar gente de su entorno entre los regidores al distrito de Huaura, para lo cual presiona a la candidata Wendy Pasos, a retirar su regidores para poner otros, para que luego accedan a su pedido.
El proveedor le dice a Beto Barba que nadie en la lista de regidores tiene el dinero para gastar en una campaña exitosa y por tanto perderá las elecciones si no accede a sus requerimientos, en tanto Beto Barba, desprecia la actitud de la candidata al distrito de Huaura, a quien llama cojuda y huevona.
Al parecer el negociado se truncó y alguien grabo este audio deliberadamente para chantajear a Barba o con el objetivo de que se difundiera a la prensa en plena recta final, este hecho desenmascara a un candidato al que muchos defendían y creían un tipo tranquilo y honesto pero el audio demuestra que es un jugador electoral que se mueve al ritmo del sucio dinero de la corrupción que otorgan los proveedores para luego cobrárselas con creces a las futuras autoridades.
El proveedor le dice a Beto Barba que nadie en la lista de regidores tiene el dinero para gastar en una campaña exitosa y por tanto perderá las elecciones si no accede a sus requerimientos, en tanto Beto Barba, desprecia la actitud de la candidata al distrito de Huaura, a quien llama cojuda y huevona.
Al parecer el negociado se truncó y alguien grabo este audio deliberadamente para chantajear a Barba o con el objetivo de que se difundiera a la prensa en plena recta final, este hecho desenmascara a un candidato al que muchos defendían y creían un tipo tranquilo y honesto pero el audio demuestra que es un jugador electoral que se mueve al ritmo del sucio dinero de la corrupción que otorgan los proveedores para luego cobrárselas con creces a las futuras autoridades.
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