FE Y DEVOCIÓN EN CARQUÍN POR BODAS DE ORO DE LA CRUZ DE CANTA GALLO


La Cruz de Carquín Barrio de Canta Gallo, celebra bodas de oro,un homenaje a este  madero que les ha hecho tantos milagros. Al mismo estilo que en Motupe (Lambayeque) que celebran la fiesta de su cruz en Carquín (Huaura) celebran desde hace 50 años la festividad de la Cruz de Canta Gallo. 

Aquí también, devotos de todas partes suben a un cerro para venerar al santo madero que fue dejada - entre piedras - por padres misioneros. Ángel Rueda Guerrero, uno de los pescadores artesanales que este año es mayoral de la fiesta, cuenta que el nombre original es Santísima Cruz del Calvario de los Barrios Altos, pero con los años adquirió el nombre de Cruz de Canta Gallo por el lugar donde fue abandonada. 

Rueda narra que el cerro tenía un parecido al monte del Calvario donde crucificaron a Jesús, por eso que los peregrinos decidieron dejarla allí. Entonces no había viviendas, el cerro era despoblado y solo se usaba para secar anchovetas. 

Esta popular celebración reúne a los barrios Bolognesi, Alfonso Ugarte, Los Ángeles y calle Pescadores, donde antiguamente se criaba gran cantidad de gallos de corral y de pelea. Voz autorizada Juan Martínez Changana (87) es el único pescador vivo de los pocos que hallaron la Cruz y se encargaron de llevarla - cada tarde - en procesión por todo el pueblo. Más adelante, para conservarla mejor, los hombres de mar se organizaron para construir una capilla. Juan Bazalar Champa fue el maestro constructor que se ofreció desinteresadamente a edificar su capilla, pero todos los pescadores, sus hijos y esposas apoyaron subiendo agua, ripio y ladrillos desde la parte baja del cerro. 

Jacinto Sánchez fue el primer mayoral de la Hermandad. La Cruz de Carquín Pero había que darle mayor simbolismo a la Cruz, así que los carquineros se las ingeniaron para representar el vía crucis de Jesús, antes, durante y después de su crucifixión. En lo alto lleva un gallo que representa las 3 veces que Pedro negó a Jesús, una espada que simboliza el corte en la oreja que hizo Pedro a un soldado romano, el sol que refleja la tarde cuando Jesús fue crucificado, clavos y un martillo que sugieren dolor, una escalera amarilla que interpreta la subida de los soldados para clavar sus manos y pies, una escalera blanca que simboliza el momento en que Jesús es bajado por los apóstoles, y una luna que esboza la hora de este último acto. 

En la zona media se puede apreciar una calavera que significa la misma muerte, y unos dados que indican el juego de los villanos al pie de la Cruz. Y en la parte baja se puede identificar una jarra de vino que insinúa el momento cuando le dan de beber, y una mano que también alude dolor. Rueda señala que el encargado de confeccionar todos estos detalles fue el carpintero Domingo López, a excepción del rostro de Jesús (parte alta) que fue traído desde el Callao. 
Para doña Carmen Changana (65) la fiesta de Canta Gallo es tan importante como la de San Pedrito. Sus padres han sido integrantes de la Hermandad y muchos conocidos que ya no están. “Antes de salir a pescar, los carquineros también ponen sus manos en la Sagrada Cruz, pues es tan milagrosa como los otros santos”, asegura. Mariano Ramírez (52) afirma haber gozado de uno de sus milagros. 

Hace 20 años sufrió un accidente en altamar quebrándose las dos piernas. Fue traído inconsciente al puerto de Huacho y luego de permanecer hospitalizado tuvo que usar sillas de ruedas para poder movilizarse. Hoy asegura que todo es cuestión de fe: sus oraciones le permitieron usar muletas y volver a pescar, solo para no perder la costumbre. 

Este año será mayoral por tercera vez y siempre recuerda las frases de sus desaparecidos hermanos: “en febrero la pesca levanta”. La tradición de la Cruz de Canta Gallo se va heredando de generación en generación. Aquí, la fe, pasión y manifestaciones culturales se viven al máximo. Así que no pierda la oportunidad de visitar este fin de semana Carquín, pues estas bodas traerán de todo. 

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