FINLANDIA EL PAÍS CON MENOS CORRUPCIÓN

Por: Jorge Palomar

Es una de las naciones donde mejor se vive y donde la ausencia de corrupción es casi absoluta. Aquí, aspectos de un pueblo -el finés- que cumple las reglas, desde los ciudadanos hasta los funcionarios.
Salvo que alguien pueda demostrar lo contrario, ni el frío polar, ni la aurora boreal, ni los vientos del Oeste, ni el sol de medianoche ni Papá Noel influyen sobre la conducta de funcionarios y dirigentes finlandeses.
Nada de todo esto hace de Finlandia el país más transparente del mundo, según el último informe de Transparencia Internacional (TI), y uno de los mejores para vivir, de acuerdo con la revista británica The Economist.
Los malos comportamientos no los congelan los inviernos ni los pulverizan átomos o moléculas de la atmósfera terrestre tras un feroz choque contra partículas que lleva el viento solar; no los barren las masas de aire templadas del golfo de Botnia ni los disipan las noches sin noche del verano finlandés ni, mucho menos, los aleja Rodolfo el de la Nariz Roja, el fiel reno de Santa Claus, desde su helado Rovaniemi, en la mágica Laponia. Las causas que hacen de Finlandia un gran país hay que buscarlas en las entrañas de su historia, rica y compleja; en la ética del trabajo y del esfuerzo; en la educación y en la construcción de un estado de bienestar que destina el 25% de su presupuesto a los servicios sociales y el 3,5% anual de su PBI a la investigación y el desarrollo.
Una buena explicación la brinda el politólogo y diplomático finlandés Max Jakobson. "Finlandia es una sociedad homogénea, ordenada, que funciona bien, con una burocracia competente y eficiente en todos los sectores -dice-. La corrupción es incidental, no endémica. La brecha entre los niveles de ingresos es más estrecha que en la mayoría de los otros países de la Unión Europea, lo que hace de Finlandia una sociedad igualitaria, con un elevado grado de cohesión. El 14% del presupuesto nacional se gasta en educación pública, lo que también contribuye a la igualdad social."
La medición del índice de percepción de la corrupción de TI, un coeficiente basado en un máximo de 18 encuestas realizadas, entre otros, por el Foro Económico Mundial, el Banco Mundial, la Universidad de Columbia y Gallup International, indica que en el país de los quantum luminosos la ausencia de corrupción, tanto en los poderes nacionales y provinciales como en los partidos políticos, es casi absoluta: encabeza el ranking, con 9,7 puntos sobre un ideal de 10. Calidad de vida, sueldos, políticas de salud, libertad de expresión, desempleo y valores de familia son las categorías que se tomaron en cuenta para la confección del ranking.

Gestiones honestas

"Si lo analizamos desde un contexto geográfico, no es extraño que Finlandia sea el país más transparente del mundo. Fíjese que los países nórdicos también tienen un alto índice de transparencia. Tenemos muchas cosas en común; diría que hasta una historia en común", dice a la Revista el embajador de Finlandia en la Argentina, Risto Veltheim.

Así como en Finlandia no existe analfabetismo, la corrupción en la administración nacional -objeto del estudio de Transparencia Internacional- es casi inexistente: Veltheim hace memoria y cita uno o dos casos en los últimos diez años, de escasa trascendencia, relacionados, por ejemplo, con la aceptación de regalos por parte de funcionarios del transporte naval estatal de proveedores de ese organismo. La Suprema Corte de Justicia de Finlandia falló en contra de los funcionarios. No hubo cárcel, pero fueron despedidos y obligados a devolver los regalos: unos pasajes de avión para ellos y sus familias.
"Hay, en mi país, un concepto ético y moral en la vida pública muy relevante. Creo que una de las cosas más importantes de Finlandia fue la eliminación absoluta del analfabetismo. La escolarización y la culturización de las capas más populares fueron muy importantes al inicio de nuestra independencia, en 1917. La educación popular y el derecho de todos a votar (fue el primer país europeo en instalar el voto femenino) crearon un ambiente de confianza y de transparencia entre el pueblo y los gobernantes. Claro que esto no hubiese sido posible sin la estructura y la eficacia del Poder Judicial. Como en cualquier país, siempre habrá alguna tentación de corrupción. Pero cualquier sospecha será inmediatamente investigada por la Justicia. Y de constatarse corrupción, habrá castigo.

-Cultura, educación, justicia... ¿La estabilidad económica y laboral también conforma esta base?
Sin duda. Un funcionario que entra en la carrera pública como diplomático, por ejemplo, es inamovible. Eso da seguridad y garantía. El gobierno es político, nombrado en el Parlamento. Pero debajo del gobierno hay una administración permanente, apolítica, que prepara o ejecuta los planes del gobierno. Por ejemplo, el secretario general de un ministerio es permanente; y lo mismo pasa con todos los jefes de departamentos. El gobierno político puede nombrar funcionarios, pero no puede despedirlos por motivos o preferencias políticas. Este estatus en la administración también es muy importante para lograr la transparencia, para disminuir el riesgo de corrupción.

¿Cómo maneja el Estado los fondos públicos?
- En Finlandia, el manejo de la administración de fondos públicos está muy bien regulado y es extremadamente transparente. No hay ningún caso en el que un funcionario pueda, solo y por su propia voluntad, decidir la utilización de fondos para tal o cual propósito.

¿Qué pena establece la ley para el delito de malversación de fondos públicos?
- Si hablamos de un caso de corrupción importante, de recibir plata, la pena puede ir de cinco a siete años de cárcel, sin ningún tipo de beneficio penitenciario.

¿La sociedad sigue atenta a este tipo de cosas?
- La sociedad está muy atenta. Y esto es un pilar más. Tenemos la prensa siempre atenta y, si existe la mínima sospecha, la prensa inmediatamente se pondrá a investigar. En Finlandia, todas las decisiones son escritas y transparentes; por eso es difícil esconder lo que uno hace mal.

¿Cómo rinde cuentas un ministro de gobierno?
- La información sobre los ingresos personales de los funcionarios es pública. Así como su declaración de impuesto (el 80 por ciento del ingreso de dinero en las arcas públicas es producto de los impuestos). Toda esta información es pública. Cuánto gana, cuánto paga de impuestos. En los sueldos medianos, el impuesto a las ganancias varía entre el 35 y el 40%. En los sueldos altos, unos 15.000 euros aproximadamente, la retención directa es del 58 por ciento.

¿Y cómo se difunde esto?
- Los diarios se interesan más que nada en los funcionarios más importantes, en los políticos de renombre, en los empresarios. El resto de la gente puede averiguar todos estos datos en la Dirección General de Aduanas. Todo es público.

 ¿Los jueces también declaran sus ingresos y pagan impuestos?
- Todos. Desde el presidente hasta el último trabajador.

¿Reciben los funcionarios una jubilación de privilegio?

- No existen las jubilaciones de privilegio. La jubilación en la administración pública es igual a cualquier trabajo. Uno gana 1,5% de su jubilación cada año. Si uno ha trabajado en la administración dos años, habrá ganado un 3%. La jubilación completa, un 60% de su sueldo, la cobrará tras demostrar 30 años de servicio administrativo. Pero esto ahora está en discusión, porque el gobierno busca llevar la jubilación a más de 65 años de actividad y ofrecer el 2,5% más de jubilación. Entonces, quien quiera trabajar hasta los 68 años puede cobrar un poco más. Pero eso es todo.

Contrastes
A Minna-Marja Keränen, de 38 años, nacida en Helsinki, licenciada en administración de empresas, le costó bastante tiempo y hasta algunas lágrimas entender a la Argentina y a los argentinos. Y no porque su actual esposo, Miguel Angel Papaianni, de 32 años, porteño, contador y especialista en turismo, le haya retaceado información cuando se conocieron en un viaje de estudios, en Estados Unidos. La relación se inició en 1993, avanzó en noviazgo y se consolidó en 1997, cuando Minna-Marja y Miguel Angel decidieron vivir juntos en Buenos Aires, para terminar casándose en 2000. Hoy tienen dos hijos: Matías Mercurio, de 4 años, y Laura Anneli, de uno.
"Un poco antes de casarnos la llevé a Mar del Plata. El inicio de ese viaje fue como la clase práctica que a ella le faltaba: nunca me voy a olvidar de la tristeza que brotaba de sus ojos cuando, a poco de andar, veía la villa miseria que se levanta sobre uno de los costados de la autopista Buenos Aires-La Plata", recuerda Miguel Angel.

"Mi acercamiento a la pobreza siempre fue a través de la televisión y de los diarios, tanto en mi país como en otros lugares de Europa y Estados Unidos -dice Minna-Marja-. Nunca vi tan de cerca la miseria como en la Argentina. En ese viaje lloré muchísimo; no podía creer que en un país con estas características hubiera gente viviendo de ese modo. Y le preguntaba a mi esposo qué habían hecho con la Argentina, cómo pudieron llevar este hermoso país al fondo del infierno, quién tenía la culpa... Hace siete años que vivo acá y sigo preguntándome lo mismo."
"Yo sabía tanto de Finlandia como mi esposa de la Argentina, o sea, nada -dice Miguel Angel-. Cuando visité su país por primera vez, en 1996, lo que más me golpeó fue que allá funciona absolutamente todo, desde los servicios públicos, aun cuando la temperatura alcanza los 20 grados bajo cero, hasta el cumplimiento de las leyes y la cobertura social de todos sus habitantes."

Reglas de convivencia
"Lo que más me cuesta entender de este país es la falta de respeto por las reglas, desde las más elementales, como las de tránsito, hasta las leyes -cuenta Minna-Marja-. En Finlandia, si tirás un papel a la calle y te ve un policía, te hace una multa de 50 euros. Yo no me imagino una vida sin reglas. En la Argentina, que es un país con enormes posibilidades, la corrupción destruye todo y el incumplimiento de las reglas anula la visión de un futuro mejor. El mayor problema es que la corrupción no está instalada sólo en los políticos, sino en la sociedad misma. Creo que es parte de la cultura de esta sociedad."
En Finlandia, el último asesinato de un policía ocurrió en 1997. Y el anterior a ese episodio fue en 1975.
"Es un país muy tranquilo, aunque también tiene sus cosas -aclara Miguel Angel-. El alcoholismo es un problema por resolver, lo mismo que el ingreso de inmigrantes, que en general el finlandés rechaza. También la violencia familiar, que existe y preocupa. Esto hay que decirlo, porque tampoco se trata de idealizar."
"En 2001 yo estaba en Finlandia y veía la crisis argentina por televisión. Mi mamá me decía que no volviera a Buenos Aires -cuenta Minna-Marja-. Nunca en mi vida vi una cosa semejante. En general, mi familia tomó bien mi decisión de radicarme en la Argentina. No es como acá, que opina toda la familia y existe mucha presión. Allá uno hace lo que cree mejor, y la familia apoya. Eso sí: mi abuelo me dijo que estaba todo bien, pero igual tenía que tener algo de dinero guardado para volver a Finlandia de ser necesario. Aquélla fue la primera vez en mi vida que sentí miedo, un miedo muy profundo."
"Igual, la idea de radicarnos en Finlandia nunca se planteó -comenta Miguel Angel-. La idea siempre fue vivir acá, aunque uno nunca sabe."
"Si no nos fuimos en la peor crisis -aclara Minna-Marja-, no nos vamos a ir ahora. Aunque, para ser honesta, tengo que admitir que alguna vez pensé: ¡en donde me metí! Fue un período muy difícil para mí; yo me quería ir, veía mucha anarquía, no vislumbraba un futuro para nuestros hijos. Fue complicado para la familia, pero eso no nos enfrentó. Al contrario, creo que nos unió más. Supimos llevar adelante todo eso."

COMO FUNCIONA EL PAÍS
El parlamento
Órgano superior del Estado, su acción se basa en las propuestas del gobierno. Las políticas se deciden en los programas que se aprueban al formarse el gobierno tras las elecciones. Pero el núcleo del poder se encuentra en la mesa conjunta de negociaciones de ministros y funcionarios. El Parlamento (Eduskunta) puede modificar el contenido de los proyectos, pero los diputados de los partidos del gobierno apoyan las soluciones acordadas por el gabinete.
El Gobierno
El presidente es elegido por un período de seis años y sólo puede ejercer dos mandatos consecutivos. La actual presidenta. El primer mandatario es votado en comicios directos y universales, con una segunda vuelta si ningún candidato alcanza la mayoría en la primera. Finlandia integra la Unión Europea desde 1995.
La administración
Los ministerios (17 en total) elaboran los proyectos de ley que son enviados al Parlamento. Finlandia está dividida en 4 provincias y 455 municipios.

La financiación de las comunas se basa en el impuesto municipal, de alrededor del 20% de la renta. El Estado compensa a los municipios de acuerdo con su número de habitantes.




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